Mi madre me cuenta que cuando tenía 2 años me subía a la mesa de centro de  mi salón y me ponía a bailar como una loca. Es un honor tener una pasión así, que te acompaña desde siempre. Yo vivía en una ciudad pequeña y allí sólo había ballet o flamenco y no daban modern jazz o hip hop que era lo que a mi me molaba. Además, ya había sufrido gordofobia en clase de gimnasia rítmica y mi madre tenía miedo a que volviera a salir de cada clase llorando como antaño.  Así que me dedicaba a copiar las coreografías de los vídeos musicales pero sobre todo de Janet Jackson, era suuuper fan. Recuerdo que para la fiesta de fin de curso les enseñé las coreografías a unas amigas e hicimos una actuación que fue apoteósica.
Supongo que esa fue mi primera experiencia como profe, la antesala de lo que luego vendría….Entonces llegaron los complejos, las dietas súper estrictas, el pasar hambre, la bajada de peso y la subida después del doble de kilos, el autorechazo, la baja autoestima, el que te deje tu novio porque se han reído de él por estar con una gorda, el creer que nunca le gustarás a nadie. En definitiva, el pensar literalmente que eres una MIERDA  por estar gorda. Después de todo esto, tenía yo 23 años y estaba llena de complejos pero aun así, cogí todo el valor del mundo y me decidí a ir a una clase de modern jazz. Cuando entré a clase, el profesor me miró el cuerpo de arriba a abajo y me dijo: «Perdona, creo que te has equivocado, esto es una clase de danza». Así que me metí a bailes de salón pensando que era más adecuado a mi condición.
Tras muchos año trabajo personal, me metí en una escuela profesional de danza.
Hoy llevo más de 15 años bailando baile de salón y he sido profesora. Empecé hace 10 años a bailar jazz y he practicado también ballet clásico.
Desde hace dos años lidero un proyecto de activismo contra la gordofobia, ayudo a mujeres a que hagan las paces con su cuerpo y logren un verdadero empoderamiento femenino.
De todo esto, nace #danceforeverybody un proyecto de danza para todas las tallas para que ninguna persona tenga que sufrir más gordofobia en una clase de danza.
¿Te imaginas un sitio donde ejercitar tu cuerpo bailando? Sin sentirte juzgada ni observada, abrazando a tu cuerpo en cada clase, aprendiendo a amarlo cada día más, empoderándote, recuperando la seguridad y confianza en ti misma y tu cuerpo.
Un espacio seguro lleno de confianza entre todas. Ese lugar ha llegado #danceforeverybody en Madrid Metro Cuatro Caminos
LUNES 18:30 // VIERNES 18:30