Soy profesora y me lio con el padre de una alumna en tutoría

Cuando me contaban historias de este tipo pensaba que la gente se las inventaba y que eran más propias de un argumento de peli porno que de la realidad, pero puedo decir que no, que ocurren, porque a mí me pasó.

Soy profe desde hace unos añitos y el curso pasado concursé para cambiarme de centro. Empecé este curso en mi nuevo destino y soy tutora de una clase de 3º de primaria. Normalmente, al principio de curso, me gusta reunirme con los padres/madres de los niños para conocerlos, y así lo fui haciendo. 

Cuando me tocó ponerme en contacto con los padres de mi alumna Ainara (nombre obviamente ficticio), vi que en sus datos ponía que estaban separados y como teléfono de contacto solo aparecía el teléfono del padre. Le llamé y quedamos en reunirnos al día siguiente. Cuando este señor apareció en el departamento me quedé bastante sorprendida, para bien, de lo atractivo que era. Hice lo posible para que no se diera cuenta, que a mí me gusta ser profesional, pero vi en su actitud que mi cara, efectivamente, es bastante expresiva.

Sin embargo, no noté que le sentara mal, si no todo lo contrario. Miraditas cómplices, un par de guiños por su parte, pero eso sí, en todo momento hablando sobre su hija. Al acabar la reunión, me comentó que le gustaría que nos viéramos regularmente ya que estaba bastante encima de la educación de su hija. No me pareció mala idea y le propuse que nos viéramos en 15 días.

Se notaba que era un padre preocupado por su niña, pero en el fondo sabía que su iniciativa de vernos asiduamente no era solo por eso, nos habíamos gustado. Llegó el día de la segunda reunión y quedamos en un horario de tarde, momento en el que el colegio está bastante vacío. Me arreglé, sí. Me arreglé como si se tratara de una cita porque me apetecía sentirme atractiva con ese hombre delante. Le recibí en la entrada del cole y le propuse ir a una sala de visitas que está en la segunda planta, bastante aislada de las aulas y departamentos. Tras unos 15 minutos de charla sobre educación y puericultura, pasó. Me levanté para coger una carpeta de una estantería y cuando me giré, tenía al padre de mi alumna detrás besándome el cuello. Sentí como se me erizaban todos los pelos de mi cuerpo, me giré y empezamos a besarnos fogosamente.

Después de unos cuantos besos y caricias, me senté en la mesa entrelazando su cintura con mis piernas, y empezamos a follar como si no hubiera un mañana. Fue uno de los polvos más satisfactorios y plenos de mi fucking vida.  Cuando terminamos, nos salió una risa tonta y nos despedimos. Él me dijo que le encantaría que siguiéramos teniendo “tutorías” al menos, cada mes.

Así lo hemos estado haciendo. Siempre a la misma hora de la tarde, con discreción y en esa sala donde no pasa nadie. Cada polvo supera al anterior, y eso que es difícil. Sé que quizás no estoy haciendo lo moralmente más correcto ya que es el padre de una alumna mía, pero, nos atraemos muchísimo y nos pueden las ganas, y ¡qué coño! Me encanta sentirme la prota de esta “peli erótica”.

Anónimo

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