Llegas a casa, a las tantas de la noche, frigo medio vacío, estómago vacío entero, ganas de comer lo que sea: llenas. Te paras, no la quieres liar y pillar lo que sea, abres la despensa y ahí está: la lata de atún. De cuántos aprietos me ha salvado una lata de atún y encima es súper saludable.

Que si una tortilla francesa con atún, un tomate troceado con atún y aceite de oliva, un sándwich de atún y maíz, una ensalada rápida, una lata de pimientos del piquillo con atún, una escalibada de verduras con atún… Es que muy probablemente sea mi opción favorita de comida rápida y salvavidas en casa. Sí, lo digo. 

¿Hay muchas latas distintas dentro de que todas sean de atún? Definitivamente. Que si la ventresca, el atún en aceite de girasol, el atún en aceite de oliva, atún en escabeche, atún al natural… 

¿El mejor? Pues definitivamente el que es al natural, que lleva solo 73 calorías por cada 100gr. ¿El que más rico está? Pues para una señora que pretende ser burguesa la ventresca, ¿que ese mes no llego? Pues en aceite de oliva, claro que sí.

Además de no llevar casi calorías cuenta con muchísimos beneficios para nuestra salud: desde su alto contenido en ácidos saludables Omega 3, hasta ser considerado una de las fuentes de proteínas más completas del mercado y pasando por tener vitaminas del grupo B, A y D. Además de minerales como el fósforo, magnesio, hierro o yodo.

¿Una de las cosas que más me gustan a mí en particular? Su practicidad y precio. Una lata de atún te salva de cualquier situación, está buenísimo, le da frescor a cualquier plato y encima está genial de precio.

Al final estás comiendo pescado, pero de una manera diferente. Toda mi gente que ODIA la comida que viene del mar, con el atún no tiene problema alguno. Es un alimento divertido, eso es así.

Qué ganas más tontas de comerme un sándwich vegetal con atún ahora mismo, la verdad…

La cosa es que tenemos que tener cuidado porque no todas las marcas que nos venden este producto son igual de buenas, que puedes tener la sensación de ‘uy, mira este atún a qué buen precio’, pero ojo cuidado con la calidad. Porque yo me he encontrado luego con cada cuadro…

Sabores súper fuertes, olores aún peores, texturas que no me han gustado NADA. Al final es un producto que encontramos en cualquier supermercado y lo trabajan muchas casas distintas, pero no todos tienen la misma calidad.

¿Mi favorita relación calidad/precio? Las de Campos, de toda la santa vida. No sé si será cosa de que es la que hay en mi casa desde siempre o que realmente nunca he probado otra que esté mejor que esa y se nota eh, yo lo noto que alucináis.

Así que nada, espero ver por todas partes recetas con latas de atún, que son rápidas, fáciles y sanísimas. Mucha proteína, poca grasa, mucha vitamina, poco esfuerzo y definitivamente SABOR.