La ley de Murphy se aplica totalmente cuando tienes hijos.

Tú intentas que sean de una manera, y sale todo lo contrario.

Soy madre soltera. Me quedé embarazada con menos de 20 años y el padre de mi hija dijo que no quería ataduras, por lo que pasamos de él sin remordimientos.

Podría soltar el topicazo de que “he sido padre y madre”, pero realmente he intentado criar a mi hija como me hubiera gustado que lo hicieran conmigo, inculcándole valores de libertad, independencia, esfuerzo y trabajo duro.

Nos llevamos solo veinte y ella acaba de ser mamá. Está genial con su pareja y entre los dos están haciendo las cosas de maravilla con mi nieta. Intento ayudarles en todo lo que puedo, tanto económicamente como quedándome con la peque, pero mi hija tiene una actitud que no me gusta nada.

Cuando se quedó embarazada, no le renovaron el contrato por toda la situación, de hecho, cerraron la tienda en la que era dependienta. Dejó los estudios mucho antes porque no le llenaba, lo que hace que la búsqueda de trabajo sea más complicada.

Nada más nacer la nena, comentó varias veces que se quedaría en casa para criarla, porque no se lo quería perder. El caso es que muchas tardes me quedo yo cuidándola y mi hija “descansa”.

Está mal que lo diga, pero creo que he criado a una gandula grande donde las haya. La casa no la tiene recogida, a la nena le doy yo el baño, la cena y organizo su cuarto. Si me apuras, más de una vez les he dejado una tortillita o algo para que ellos puedan cenar. Lo peor de todo es, ¿qué hace mi hija mientras? Ver la tele, cotillear cosas en Instagram y quejarse a sus amigas de que la maternidad es muy dura. ¡Que me lo digan a mí!

Entiendo que no es una etapa fácil, pero me da un poco de rabia pensar que yo he tenido hasta tres trabajos para sacarla adelante y ella más bien se esfuerza poco, solo piensa en cafelito, el cotilleo, el móvil y demás.

De hecho, no para de decir que le encantaría volver a ser madre pronto para que su hija tenga hermanos y así se críen juntos, pero está más que claro que le gusta cómo está su vida ahora mismo.

 

Me he atrevido a preguntarle directamente si ha pensado en buscar trabajo cuando la peque vaya a la guarde y no se ha cortado ni un pelo en decirme que la verdad ahora mismo está bien como está.

¿De verdad? ¡Pero si lo hago todo yo! Ya no es solo que me esté tomando el pelo a mí, es que se está aprovechando de tener hijos para vivir a la sopa boba y más cuando ella no ha tenido ese ejemplo en casa.

La culpa es totalmente mía, porque si yo cortara el grifo y dejara de ir a hacerle las cosas, otro gallo cantaría.

Ya lo sé yo, antes de que me lo digáis.

 

Anónimo

 

Envía tus movidas a [email protected]