Hay una preocupación mundial general sobre qué hacer en Nochevieja como si fuera la noche más maravillosa del año. Cuando probablemente después de encontrar el amor, fin de año sea una de las cosas que más pereza me dan en la vida.
Tantas expectativas para una noche en la que probablemente no te lo pases tan bien como otro sábado cualquiera. Porque entre la cena, el vestido, el maquillaje, la pelu, y la fiesta de después, alguna gente empeña un riñón. En esa franja está la delgada línea entre muchos vestidos de nochevieja y el disfraz de Halloween.
Y qué decir de la organización. No os deseo ningún mal, pero ojalá os metan en un grupo de Whatsapp para planear la Nochevieja porque entre que una quiere ir a una casa rural y otra a una rave el drama está asegurado. Si logras salir con vida y sin enfadarte con nadie del grupo para planificar fin de año adquieres la inmortalidad.
Es una noche llena de tradiciones. Que si lencería roja, que si las uvas, que si la foto normativa junto al arbolito de navidad (ya podéis empezar a practicar caras para salir guapas en las fotos que luego vienen los disgustos). Y aparte de las uvas y la ropa interior roja, otra tradición en fin de año es que se te siente al lado el familiar que peor te cae, o tu primo pequeño hiperactivo que no para de chillar y llamar tu atención. Pero en realidad el mejor ritual para Nochevieja y empezar bien el año es follar.
De pequeña estaba ansiosa por estrenar vestido, salir y vivir una noche mágica como si fuera una burbuja de Freixenet. Pero claro, también pensaba que los cantantes sacrificaban su noche de fin de año para cantarnos en las galas de Nochevieja.
Hoy en día lo veo de otra manera. Los especiales de Nochevieja sirven para darte cuenta de que hay gente que dabas por muerta y no, sigue viva. Que cuando sales por la puerta de tu casa y buscas la fiesta, huele a pubertad ahí fuera. Y que hay gente que sigue intentando salir de una conga de nochevieja desde las navidades pasadas.
Si a pesar de todo vivís con ilusión la última noche de año yo os mando un kiss para todas a las que os queden calambres en las muñecas por haceros tantos tirabuzones. Yo me consuelo pensando que al menos me pasaré 21 días comiendo sobras de nochevieja.
