Parece mentira que estemos en 2021 y sigamos en pañales con algo que es más antiguo que las pirámides. El tomate, Juana la colorada, tu prima la roja, la puta regla. 

El mundo es perro con nosotras. Nacemos con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas esperando el temido día de despertar sabiendo que nada volverá a ser igual, que una semana al mes irás a la playa o a la piscina hundiendo la cabeza entre las piernas, como un avestruz, para comprobar que NADIE en kilómetros a la redonda puede ver que te has manchado o que llevas el hilo del tampax como si fueras una manta raya. 

Cuando te la empieza a traer floja, cobran importancia el grano pre regla, el calenturón en mitad de la boca, el dolor de cabeza, las náuseas o el retortijón que hace que te plantees si una contracción de parto es compatible con la vida ¿Soportable? Obvio que no para todo el mundo. 

¿Cómo vamos a esperar tener algún tipo de comprensión después de conocer, hace unas semanas, a Andrés y Eugenio? Aquellos señoros alemanes que nos enseñaron a usar unos guantes rositas porque les molestaba ver el tampax de la compañera de oficina en la papelera del baño. Olvídate de la palabra empatía para leer esto. 

Hoy estoy aquí para traerte algo escalofriante. Una pregunta y unos datos que me han dejado con los ojos como platos ¿Pedirías una baja menstrual? Mi respuesta fue que claro que sí. Depende, pero si es necesario lo haría. Después de leer al respecto, tengo miedo. 

Girona, 2021. Se aprueba una propuesta para conciliar las molestias menstruales con la vida laboral. Pendiente de que se ratifique el próximo mes, se trata de poder tener ocho horas mensuales para salir antes del trabajo si te encuentras mal. Algo es algo. Pero sigues informándote y, al loro cantimploro, son recuperables. I can´t believe it. 

Por una gripe no recuperas, pero por la menstruación sí. ¿Por qué? Pues parece que es una forma de protegernos, Llámame ingenua, pero no lo había pensado, ¿quién puede querer contratar a un horrible ser que sangra mensualmente y que tiene la desfachatez de encontrarse mal? Por desgracia pocos. Incluso otros seres sangrantes te darían una patada en el culo antes de ponerte un contrato sobre la mesa. 

Si Andrés y Eugenio tuvieran la regla, ¿harían el permiso recuperable? Pues supongo que no, porque habría que verlos sufriendo. Pero cuidado, porque no solo los señoros pueden ver este “permiso” como algo peligroso, atenta a los datos: 

-Un 73% afirman sufrir dismenorrea (dolores menstruales) y un 9% de manera severa. La mayoría, en cambio, hemos normalizado ir a trabajar encontrándonos mal. 

-Un 33% de las MUJERES está en contra de este permiso. 

-El 75% de nosotras tenemos miedo a las represalias por hacer uso de ese derecho (claro, ahora que conozco el peligro, yo también lo tengo) 

-Solo un 17% de las mujeres pueden abandonar su puesto de trabajo por molestias sin sentir miedo a un/a jefe/a vengativ@. 

-Países como Japón, Corea de Sur, Taiwan o Indonesia ya tienen regulado este tipo de bajas. Japón desde 1947, supéralo. 

-En Europa vamos de modernos, pero solo Italia ha planteado hacer algo parecido y no fue hasta 2017. 

Paloma Alma, “activista menstrual”, propone en este interesante artículo lo que sería la relación ideal empresa/trabajadora para poder tomar esos días de descanso sin necesidad de estar estigmatizadas o correr peligro de discriminación. Por desgracia, me huelo que estamos a años luz de que esa utopía se cumpla. Y a ver cuando lleguen la menopausia y los sofocos…

@Loryzepam_