¿Cuantas veces te has sentido comprometida a hacer algo que no te apetecía?, ¿Cuántas te has sentido culpable por negarte o no tener tiempo? Si la respuestas son demasiadas veces, esto te interesa. Aprender a decir no, es todo un arte. Hay personas que tienen esa facilidad, al resto nos toca aprender. ¡Nunca es tarde!

Para empezar, hay que diferenciar tres actitudes. La actitud sumisa es aquella que nunca se niega a nada; la agresiva, por el contrario, es la que se niega a lo bruto y, por último, está la asertiva que es la idónea, la que saber expresarse intentando no dañar a otra persona.

La asertividad es un aspecto muy importante para nuestra autoafirmación sin perder el respeto hacía los demás, ni el nuestro. Tenemos que aprender a ser flexibles con nosotras mismas y con quien nos rodea, debemos dejar a un lado el miedo a no cumplir las expectativas que pensamos los demás tienen sobre nosotras. Trabajar el amor propio, es también saber decir que no, ponernos límites y ponérselos a los demás. Desterrar pensamientos de que se nos quiere más por lo que hacemos que lo que somos.

Para que trabajemos juntas en ello os traigo unos truquitos:

  • Perder el miedo a las críticas. (De este tema se está hablando bastante) Es de locos pensar que siempre van a estar de acuerdo con lo que hagamos o digamos. ¿Y qué más da? Asimilar esto nos va a ayudar a sentir más libertad, a aceptar las críticas y entender que son sólo opiniones diferentes a las nuestras.
  • Visualizar diferentes contextos. Nos ayuda a anticiparnos con nuestra respuesta, sin olvidar que no es una ciencia exacta y no tenemos el control de la situación y no pasa nada por ello. Nos servirá para estar más relajadas y quitar un poco esa ansiedad que nos genera.
  • Menos, es más. Es más importante que seamos sinceras y educadas a que nos justifiquemos. Un sencillo “no me apetece” es muy válido.
  • Nada de comerse la cabeza. Lo único que conseguimos es generarnos ansiedad. Cosas como “¿Cómo se lo digo?” tenemos que desterrarlas.
  • Querernos. Dedicarnos tiempo a nosotras mismas y, sobre todo, a lo que nosotras damos más importancia y nos apetece. No debemos mostrarnos siempre tan accesibles a los demás.
  • Técnica Sándwich. Es decir, decir algo positivo entre medias del no. Por ejemplo: “me encantaría ayudarte, pero ahora me es imposible, si quieres lo vemos mañana”

¿Qué mejor momento que ahora para entrenar un poco? Hay que decir que no a pequeñas cosas que no tengan demasiada importancia para nosotras y, comprobar por nosotras mismas que no pasa nada y, en caso de que ocurra siempre podemos argumentar nuestras razones.

Eva González

( @EscribirSinH – Twitter)

(escribir_sinhacerruido / eva_gonz_ -Instagram)