Atreverse a decir que Elsa Billgren es una chica de talla grande, es mucho atreverse. Dejémoslo en que es una chica del norte de perfectas proporciones y cara de muñeca que desde hace años refleja su vida en un blog de la versión sueca de Elle. Curvy blogger internacional por excelencia, si te paseas entre sus fotos te entrarán automáticamente ganas de ser su amiga y compartir su vida (al fin y al cabo de eso se trata, ¿no?). Yo nunca seré objetiva con Elsa. No puedo ni aunque lo intente. Me encanta su pelo, los detalles de su maquillaje, todos y cada uno de sus vestidos y hasta sus amigos. Que a una le dan ganas de mudarse a Suecia cada vez que se cruza un suecazo de ojos azules entre sus outfits.
Ella fue la primera blogger a la que realmente seguí, y lo cierto es que es de las pocas que con el paso del tiempo no me ha defraudado. Es fiel a su estilo, no pierde su elegancia natural ni para ir a por el pan, y sigo quedándome embobada frente a la pantalla con cada nuevo post que publica. Y eso que de los outfits ella habla poco últimamente. Centra sus publicaciones en su vida, y puede contarte tanto cómo fue su último viaje a Rusia como lo que cenó el domingo por la noche. Eso sí, siempre acompañando cada detalle con unas fotos tan espectaculares que hablan por si solas.
Está claro que los nórdicos, y los suecos en especial tienen un ‘no sé qué’ para esto de las tendencias. La percha ayuda, también es cierto, y uno se plantea porqué en España no existe nada parecido. Basta echar un ojo a la versión española de Elle, cuyas blogueras oficiales son Paula Echevarría y Vicky Martín Berrocal. Las chicas son bien majas y tienen un éxito tremendo, pero las comparaciones son odiosas. Las fotos hechas con el móvil en el jardín de casa de los Bustamante jamás se podrán equiparar a mi Billgren. Ea.
