Hola chicas,

Me gustaría compartir con vosotras algo…
Cuando escribí la historia del Camino de Santiago, para el mega concurso del verano, muchas personas me enviaron mensajes muy bonitos por Instagram, dándome ánimos, mostrando su apoyo y diciéndome lo valiente y fuerte que había sido. Y fue justo ahí, cuando comencé a darme cuenta de que era cierto, de que de verdad había decidido estar bien y había luchado todos esos meses por mí misma, con todas mis fuerzas.
Uno de esos mensajes, el primero que recibí, fue de un chico que os sigue en las redes sociales desde hace tiempo, igual que yo. Me envió un mensaje muy bonito y me dejó con la boca abierta.
Evidentemente le contesté porque me pareció un detalle muy bonito por su parte, sin conocerme de nada, perdió 5 minutos de su vida para escribirme.
Nos caímos bien desde el principio, y comenzamos a charlar un día, otro… Todo regado de un buen rollo impresionante. Antes de conocerme, conocía ya la peor época de mi vida, y eso me llevó a no sentir miedo de que me juzgara.
Compartimos los números de teléfono y desde entonces, hace unos 3 meses, hemos hablado cada día.
Él es de Madrid, yo de Barcelona, y el domingo pasado vino a conocerme, aprovechando que pasaba unos días en Castellón. Y fue todo tan bien, tan natural, tan auténtico…que sin saber cómo, dejé de tenerle miedo al amor.
Nos besamos y eso derribó otra gran barrera que yo misma, meses atrás, había construido. Aún queda otra barrera, ésta un poquito más delicada, así que iremos viendo lo que pasa.
Mañana vuelve a venir y pasaremos el fin de semana juntos. Y a pesar de la barrera de la que hablaba, no tengo miedo, sé que cuando pase, si pasa, será todo tan natural que desaparecerán mis inquietudes.
No tengo ni idea de qué va a pasar con todo esto, no me preocupa, es la única vez en mi vida que siento que estoy dejándome llevar de verdad por las cosas, por la vida. Y como suelo decir siempre: ¡Y que salga el sol por donde quiera!
Solo quería contaros esta pequeña gran historia, porque estos últimos días no dejo de pensar en vosotras. Si no me hubiera pasado aquello, si no hubierais hecho el concurso, si no existiera WLS, si no hubiera tenido nada que contar, ahora no conocería a Ángel. Y, lo dicho, pase lo que pase, me llevo haber conocido a una persona maravillosa.
No se me va de la cabeza este cúmulo de cosas, casualidades o cómo se les quiera llamar. Me siento tan increíblemente bien ahora mismo, que me apetecía mogollón daros las gracias. Indirectamente habéis sido mis madrinas, y no hubiera encontrado a nadie mejor para ello que vosotras.
Puede que no salga nada de aquí, el tiempo lo dirá así que nada me preocupa. Pero siento y presiento que va a ser una persona importantísima en mi vida, de la manera que sea, y nunca había sentido eso con nadie.
Gracias madrinas porque, aunque indirectamente, estáis formando parte de todo esto y os tengo siempre muy presentes.
Besazos enormes :*
P.D.: si algún día me caso con él, ¿Querréis ser mis madrinas de boda? Jajaja esto es hablar por hablar, pero oye, en esta vida…todo es posible :)
Raquel.

PD: Si tienes historias de amor envíalas a [email protected]