Conforme vamos avanzando en nuestra sociedad parece que tenemos más formas de catalogar el amor o las relaciones personales. Partiendo del ideal del amor que nos han vendido toda la vida, tendemos a buscarlo desesperadamente porque lo consideramos una verdadera necesidad y salvación por lo que muchas veces no nos damos cuenta que aceptamos migajas de amor con tal de sentirnos “queridas”. Pero ¿qué es esto de las migajas de amor? 

  1. Nunca está dispuesta a hablar de vuestros sentimientos 

La persona con la que te relacionas te hace sentir bien, parece que tenéis una conexión brutal pero cuando intentas hablar de vuestros sentimientos parece que se pone un enorme caparazón. Aunque tú lo necesites, nunca está dispuesta a hablar de sentimientos, ni de formalizar la relación ni de hablar de lo bien que estáis juntos. 

 

  1. No te escucha ni intenta comprenderte

Quizás tú tienes un mal día o necesitas el apoyo de esa persona que es importante para ti pero nunca hay espacio en vuestra relación para que eso ocurra. Siempre sale con evasivas, saca incluso sus propios temas personales…Lo que sea con tal de no establecer un vínculo emocional y tratar de hacerte sentir mejor. 

 

  1. No puedes hablar si algo te ha molestado

Lo mismo pasa si algo te molesta. Es de esas personas que, cuando necesitas contarle que algo no te ha sentado bien, salta con reacciones pasivo-agresivas como dejarte de hablar, contestarte con monosílabos, ponerte mala cara…Son personas que no afrontan la situación de una forma tranquila sino que tratan de evitarse un mal rato a costa de que te lo lleves tú. Spoiler: manipulación.

 

  1. Si no se hace lo que quiere, se enfada contigo

Diferente es cuando esa persona quiere algo concreto. Si los planes no corresponden con lo que quiere o incluso algo de lo que tú haces tampoco, se enfada y vuelve a provocar esos momentos de mal rollo entre vosotros para que tú te sientas culpable y mal, sacando todas esas herramientas inútiles propias de la agresividad.

 

  1. No te hace sentir importante en su vida

Quizás llevas viendo a esa persona meses, como decíamos tenéis una conexión brutal pero sigues sintiendo que no eres importante para ella. Que no tiene detalles, que no te da cariño, que no te prioriza por delante de otras cuestiones. En definitiva, todas nos hemos sentido importantes en la vida de alguien alguna vez y cuando lo eres se nota, pero cuando no lo eres todavía se nota más. 

 

  1. Si algo le molesta, te hace sentir la culpable

Ojo con esto porque hay mucha manipulación suelta que seguimos sin ver a tiempo. En las relaciones siempre hay malentendidos y conflictos porque cada persona es distinta. El problema no es que esto pase, sino culpar constantemente al otro cuando yo me siento mal. Si tú eres la entregada en la relación y sientes que siempre que algo le molesta acabas sintiéndote mal tú y siendo señalada como la culpable…¡OJO!

 

  1. Esquiva los planes de futuro 

Cuando tenemos una relación con alguien es inevitable fantasear con el futuro. No se trata de compraros una casa juntos llevando dos meses pero todos hemos caído en esos pensamientos que de alguna forma también le dan vidilla a la relación. Bien, si en tu relación es todo muy bonito hasta que sale algún tema de conversación en el que surgen planes de futuro o incluso plantear posibles situaciones futuras y la otra persona esquiva las respuestas, contesta con “ya veremos”  “quién sabe” “no sé”…Claramente no quiere fijar vínculos emocionales y futuros entre vosotros.  

 

  1. Hoy te ama, mañana desaparece

El bendito ghosting. Si la persona es hiper cariñosa un día, cosa que te genera muchísimas ilusiones y esperanzas, y al día siguiente es capaz de dejar de hablarte repentinamente, no te está tratando como te mereces. Esto se trata de puro respeto, tías. Todos podemos tener días más ocupados pero no podemos tomarnos “descansos” de la gente y aparecer intermitentemente cuando nos apetece. 

 

  1. Intenta llamar tu atención cuando menos te lo esperas

Si encima después del ghosting es de las personas que aparece y llama tu atención a más no poder, claramente quiere tenerte ahí solo para cuando a él o ella le interese. Este tipo de personas son manipuladoras, aunque nos cueste demasiado todavía darnos cuenta, pero juegan a su antojo con el tiempo y las ilusiones de los demás así que no te dejes endulzar por estos momentos en los que pareces el centro de su universo, si luego sabes que te deja tirada cada dos por tres. 

 

  1. Es ambiguo en sus palabras

Un día te dice blanco, otro negro, un día te quiere muchísimo, al otro parece que sois conocidos…Si la comunicación no es fluida ni clara y ves esos momentos en que piensas “¿qué me está contando? Si ayer decía una cosa completamente diferente…”. A eso me refiero. Las personas que no quieren crear vínculos emocionales pero quieren tenerte ahí cerquita para siempre que le apetezca, juegan mucho con la ambigüedad. Te llevan a tal punto de despiste que, aunque un día digan todo lo contrario que el anterior, te compensa quedarte con ese buenísimo día que tuvisteis antes de que pasara. 

En definitiva, las migajas de amor son todo aquello que no te da el trato que tú mereces. Un trato de amor, de cariño, de escucha, de confianza, de respeto. Aceptamos las migajas porque creemos que es lo más que merecemos pero no, amiga, tú mereces el mayor de los amores así que las migajas, pa’ los patos.