En el verano de 2022 alquilamos unos apartamentos en la playa para pasar el fin de semana. Fuimos el grupo de amigos de siempre con la novia (Nadia) de hace unos meses de uno de ellos, Daniel. Yo había empezado una follamistad con Pedro, que solo sabían mis dos mejores amigos y mi cuñada. Acababa de perder la virginidad con él y estaba en una nube, pero me decía a mí misma que solo era sexo. En confianza Pedro me dijo que le ponía mucho la novia de Daniel, y que creía que él a ella también. Me hice la dura fingiendo que no me importaba y no dije nada a nadie.

Llegamos viernes y nos repartimos las compras de diferentes sitios. Invité a Nadia, ya que su novio se venía, pero muy sonriente me dijo que ella se quedaba en la casa, con Pedro y dos amigos más. Primer momento de ralladuras de cabeza. Como había dos apartamentos, esa noche no dormí en el mismo que Pedro, Daniel y compañía porque Pedro me lo pidió con la excusa de evitar tentaciones entre nosotros. A la mañana siguiente al llegar los vi muy cerca. Ella con escoba en mano, había madrugado para limpiar. Fue lo único que hizo en todo el fin de semana porque era más bien de tocarse el papo, por lo que llegó mi segunda ralladura, que seguía sin compartir con nadie. Su novio estaba ahí, no podía ser que hubiesen hecho algo. Nadia era muy simpática con todos y se pasó el finde halagando a las chicas, incluida  a mí. La sangre me hervía cada vez que abría la boca

Esa tarde nos preparamos para irnos todos a la playa, menos Pedro que dijo que no le apetecía bajar. Casualmente, en el último momento Nadia decidió quedarse también. Pude escuchar cómo discutía con su novio diciéndole que no le apetecía y punto, que lo entendiera. Encima se puso farruca, hay que tener cara para darle la vuelta a la tortilla así. Nos bajamos el resto a la playa un par de horas. Dani se sentó en la playa mirando al infinito y sabía lo que estaba pasando por su cabeza. ¿Qué hacían Pedro y Nadia quedándose solos en el apartamento cuando todos, incluidos su novio y su follamiga, estábamos aquí? ¿Por qué nadie más lo estaba flipando como yo? 

 

Llegamos al apartamento, persianas abajo y Pedro que nos abría como recién despertado de una larga siesta. Cuando no quieres ver las cosas, ni poniéndolas delante con luces fluorescentes. Los demás estaban muy tranquilos así que pensé que era tan imposible que nos hicieran algo así que seguro que no habría pasado nada. Me esforcé por disfrutar de esa noche con música, intenté contagiarme de la fuerza de mi cuñada que guardaba su dolor por una pérdida reciente para pasar una buena  noche de verano con sus amigos. Me aguanté el llanto y las ganas de darle una buena h**** a los dos al verla a ella con Pedro en el sofá y riéndose con mi mejor amiga y mi cuñada. Mi mejor amigo, aunque no me dijo nada en ese fin de semana, era el único consciente de la situación además de los afectados y puso la música que me encantaba para animarme. Qué suerte es tener amigos de verdad en tu vida.

Esa noche me cambié de apartamento y esperé a que Pedro viniese al sofá, pero no salió de su habitación que compartía con otro amigo. Al día siguiente hablé con él y me dijo que Nadia y él se habían bajado a la piscina, hablaron de x cosas sin importancia, se subieron a ducharse y él se durmió. Menos mal, el peso que me quité de encima en ese momento me permitió disfrutar de los dos días que nos quedaban. Ahora mismo no entiendo lo tontisima que fui, pero en fin, me gusta culpar a las hormonas. Esa noche echamos el mejor polvo de todos. Se juntaron las ganas aguantadas durante tres días, los celos hacia ella, el que nos pudieran pillar los demás y tantas emociones de ese finde, así que tuve un orgasmo de los de fuegos artificiales por primera vez. Eso sí, nada más terminar me dijo que me vistiera y me cambiara de sofá. ¿Hola? ¿Por qué no le dije lo gili**** que estaba siendo? Me metí al baño a llorar, salí y él hizo como si nada. A la mañana siguiente nos fuimos.

 

Pensé que me diría de ir a su casa a estar juntos, pero él quería dormir la siesta. Pudiendo dormirla después de correrse, ¿quien va a preferir dormir solo? Me puse fatal, hablé con mi mejor amigo y explotó la bomba. Me contó que a través de otro amigo de fuera del grupo se había enterado de que Pedro y la novia de un amigo se habían acostado dos semanas antes. ¿Quién no tendría claro que era Nadia? Yo, que me estaba quemando la mano de agarrarme al clavo ardiendo, tuve la esperanza de que no fuera ella, de que fuera otro amigo suyo que nada tenía que ver con nosotros, como si eso lo disculpara.

Fui a su casa y me lo confesó todo. Que se acostaron dos semanas atrás y también en la playa, que estaba muy arrepentido, que ella lo buscaba. Lloré y lloré. Quedó con Daniel para decírselo y en el momento hasta Dani le dió las gracias por su sinceridad, manda cojones. Se enteraron el resto de amigos, la rabia y la decepción de todos nos tuvo un par de semanas en un drama constante. Los dos salieron del grupo, pero al final ni Nadia salió de la vida de Daniel ni Pedro de la mía. Dos tontos muy tontos. 

 

Cora C.