¿Quién me iba a decir a mí que algo tan sencillo me podía molar tantísimo? No es que sea yo una experta en sexo anal ni mucho menos, pero sí que es verdad que mi chico y yo hemos tonteado con mi culo bastantes veces. No siempre lo incluimos en el polvo, pero cada cierto tiempo nos da por ahí y nos lanzamos a explorar el terreno trasero, porque queridas igual que la papada forma parte de la cara, por el culo el sexo también es chulo.
Lo tenemos ahí medio por aceptar, pero cada día somos más las que nos atrevemos a probar con la zona y yo estoy bien contenta con el descubrimiento la verdad. Además nosotros lo hemos probado los dos, él y yo. Nos gusta más su culo que el mío, pero no descartamos ninguno. Así que el otro nos decidimos a meter a un tercero en la ecuación: un plug anal de cristal.
A ver cómo os explico la sensación… Evidentemente lo utilizamos con lubricante anal, lo usamos después de que me hubiera comido todo el culo y el chocho, estaba yo más caliente que un jubilado que lleva horas al sol en Benidorm, cuando me lo introdujo la sensación fue TAAAAAAAN bonita, fue como que entró solo, como si lo abrazara. Sé que hablo de un plug anal, pero de verdad que fue liviano, suave, agradable. Me encantó la sensación de verdad que sí.
La mejor parte fue el momento del orgasmo, cuando empezamos a follar como tal, que comenzó con el mete-saca mientras yo me estimulaba el clítoris… Fue explosión máxima real. Es como que el chocho se agarró fuerte a su pene, mi culo se cerró fuerte al contacto con el plug y simplemente volé. De los mejores orgasmos de mi vida, de verdad os lo digo.
Después de aquel primer encontronazo lo hemos incluido prácticamente en todos los kikis que hemos echado este verano, menos en los que han sido un aquí te pillo aquí te mato. Descubrimos que con los plugs de cristal puedes jugar con la temperatura porque pillan tanto el frío como el calor. ¿Mi opción favo? Congelarlo. Al entrar en contacto con tu culo TAN frío, es como que lo enganchas con fuerza, tu sistema se niega a dejar de apretarlo y eso da tantísimo gustito…
Quizá cuando llegue el frío nos apetece más darle calorsito, pero de momento no nos ha llamado tanto la atención esta opción. Nos ha molado tanto que hemos pillado otro para él, a ver si también le gusta ponérselo mientras echamos un buen polvo. Os contaremos también esa parte de la ecuación en cuanto la pongamos en marcha. Pero vaya, doy por sentado que le molará tanto como a mí.
No compartimos este por higiene, sé que es una chorrada y tenemos el desinfectante de juguetes, pero no me termino de fiar y me da la sensación de cepillo de dientes. Que sí, que nos comemos la boca a todas horas, pero de ahí a compartir el cepillo… pues hay un mundo, así que de momento cada uno con uno para su culo y todos tan contentos.
Si os gusta el sexo anal o habéis empezado a investigarlo y no os disgusta o queréis comenzar: pillaos un plug. Salen súper bien de precio y de verdad que la sensación es increíble, a mí me gusta muchísimo más que la penetración como tal. De todos los juguetes que he probado calidad-precio me aventuraría a decir que el mejor de todos, igual es porque no tenía ninguna expectativa, pero definitivamente una sorpresa súper grata. A partir de ahora, siempre con el culo tapao antes de follar, para gozar como se merece.
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