Hay veces que aprendes las cosas por las malas. Ya sabéis a qué momentos me refiero, esos en los que si te cuenta alguien que lo ha hecho vas a pensar “es la peor idea que has tenido en tu puta vida” pero que si lo haces tú te parece un plan de locos. Pues una de esas cosas es que no deberías follar si estás de reformas en casa, y más si la casa es de tus suegros y el señor que la reforma les conoce de toda la vida.

 

Esto me pasó hace dos veranos. Mi novio y yo estábamos empezando y ya sabéis lo que pasa en los primeros meses de relación, que hay muchos momentos pasionales. Como ambos vivimos con nuestros padres era difícil el tener intimidad, ya que por temas de horario, trabajo y demás no había muchos momentos en los que estar solos en casa. La cosa es que en un día todas las estrellas se alinearon y dijimos “pues allá que vamos”

Yo ya sabía que ellos estaban reformando la casa, había ido un par de veces cuando no había nadie porque algunos días iban a hacer movidas en las cuales podrían necesitar la ayuda de alguien de la casa. Ya me había avisado que los obreros llegaban a las tres y media más o menos y que tenían llaves para entrar, pero calculando bien la hora pensamos que nos daba tiempo para uno rapidito.

 

ERROR

No sé en qué momento se nos ocurrió que dos personas que no habían follado juntas muchas veces podrían coordinarse en ritmos y saber lo que iba a necesitar el otro, pero evidentemente no fue así. Todo lo que podía salir mal ese día, salió mal. Algo que podría haberse finiquitado en 10 minutillos tontos se acabó alargando media hora.

De todas formas nos habíamos quedado bien a gusto y nos quedamos un rato tumbados, cuando de repente oímos que había gente en la planta de abajo. La cara que se nos quedó fue un cuadro, concretamente “El grito”. No habíamos sido precisamente silenciosos, ya que para un día que estaba la casa y podíamos ser un poco más efusivos pues habíamos aprovechado. Vamos, que habíamos gritado de todos menos el padre nuestro.

 

Yo era pánico. No lo has leído mal. No estaba en pánico. Lo era toda yo. Y ya cuando mi novio me cuenta que su madre conocía al señor que dirigía la obra de toda la vida se me cayó el mundo al suelo. ¿Me estás diciendo que un señor, amigo de mi suegra, es muy posible que me haya escuchado dar rienda suelta a las perversiones que se me pasan por la cabeza? Me cago en mi vida, lo primero que le dije a mi novio es “si rompemos ahora no tendré que volver a verle la cara a tu madre y problema solucionado”. Él se reía pero a mi ni puta gracia. Conforme empezamos a bajar la escalera escuchamos que estos buenos hombres estaban escuchando KISS FM, yo me calmé un poco mientras mi pareja decía “¿ves como no es para tanto?”

Nos mira el obrero. Sonríe en plan socarrón y añade “¿qué? ¿Ya lo tenéis claro?” y una risilla con sorna. Yo me quise morir, Con una sonrisa inocente saludamos y salimos de casa por patas, yo mierda de la vergüenza y mi novio despollado vivo. Por suerte el señor no volvió a mencionar el asunto nunca y aún tenemos la duda sobre si fue una frase desafortunada o nos cató con todo el percal.

Rocío