Ya el título lo dice todo, pero aquí vengo yo dispuesta a contarte la vez que casi me intoxico por culpa de ser tan cuidadosa y limpiarme las manos con gel hidroalcohólico. En plena pandemia con el COVID hemos leído 483485 recomendaciones a la hora de mantener relaciones sexuales con total seguridad, pues aquí os vais a reír, pero bien.

Era el tiempo en el que podíamos salir, pero todavía estábamos con toque de queda, mascarilla a tope y demás. Mi novio y yo habíamos ido al cine a ver una película y poder pasar la tarde juntos ya que aquí todavía no vivíamos juntos y yo ya estaba hasta donde de que los planes fueran estar en su casa o en la mía con toda la familia. Pues nada, nos vamos al cine, pasamos la tarde juntos, nos vamos a cenar y a la vuelta pues obviamente había que aprovechar ese momento a solas y nos pusimos al lío en el coche.

Analicemos: vamos al cine, vamos a cenar, y yo tan cuidadosa de la vida que cada vez que tocaba una puerta o lo más mínimo me bañaba las manos en gel. Ay amiga, cuando me puse al lío y a comerme mi postre (ya tú sabes) yo no me acordé de las 23424 veces que me había echado gel, MADRE MÍA CÓMO ESTABA ESO. Era una sensación, de esas que cuando te estas duchando y te entra jabón sin querer en la boca, pero multiplicado por mil. De verdad, no sabía qué hacer, pero aguanté el tipo como pude para no cortar el rollo en pleno tema.

Justo después de terminar, abro la puerta del coche y empiezo a escupir como si no hubiera un mañana mientras le decía a mi novio que me había comido todo el gel hidroalcohólico. Entre el ataque de risa y el agobio que tenía porque no se me iba el sabor de la boca, era una situación surrealista.

Me empezó a entrar unas ganas de vomitar y unos calores horribles, tanto que estaba roja como un tomate, por lo que decido que lo mejor es que me vaya a casa y lavarme bien la boca para que se me pasara.

Al llegar a mi casa no dudé ni un momento en contárselo a mi madre (cabe decir que tengo muchísima confianza con ella y si algo me preocupa o me perturba me da exactamente igual lo que sea que se lo voy a contar), imaginaos la cara de mi madre y yo súper agobiada diciéndole que creía que tenía una intoxicación o algo porque no era normal lo mal que me encontraba, y ella diciéndome que a quién se le ocurría.

Al final todo se quedó en un susto y con las horas se me fue pasando, pero por prevenida con el COVID casi acabo con una intoxicación. No me querría imaginad si hubiera tenido que ir al hospital y explicar allí cómo acabé comiendo gel hidroalcohólico.

Amigos/as, la próxima vez mejor lavarse las manos con agüita y jabón.

K de Karma.