Formas crueles de deshacerte de un ligue a la mañana siguiente 

 

¿Os ha pasado alguna vez que ligas con un tío, te lo llevas a casa y después de echar un polvo se empeña en quedarse a dormir? Y piensas “ha estado muy bien, pero vete a tu casa, no me apetece dormir contigo”. Hacerlo con un chico que acabas de conocer puede ser divertido, pero dormir con él ya supone una intimidad, algo que muchos no están dispuestos a sacrificar.  Es más, a veces se quedan a dormir y por la mañana no tiene intención de irse y llega un momento en el que no sabes cómo quitarte al chaval de encima. 

Bueno pues vengo a contaros algunas técnicas crueles que han usado mis amigas. Que esto quede claro, mis amigas, no yo, a mí me lo han contado ellas. 

 

  • Decirle que te tienes que ir a trabajar – Rollo de sábado por la noche. Acaba en tu casa, lo hacéis y a la mañana siguiente lo único que quieres es que se vaya para poder aprovechar tu domingo libre. ¿Qué puedes hacer? Pues inventarte que trabajabas en restauración o comercio y que se tenía que ir al trabajo. Una amiga mía usó esta excusa, pero no le salió bien del todo. El chico se empeñó en quedarse con ella hasta que se tuviera que ir, así mi amiga se duchó, se preparó y salió por la puerta de su casa con su ligue camino de un trabajo que no existía. Se montaron juntos en el metro y en cuanto pudo le dijo que se tenía que bajar en ese parada para hacer trasbordo y allí se despidieron, entre la línea 1 y la 6 del metro de Madrid. Mi amiga se dio la vuelta y volvió por donde había venido.  Menos mal que al chaval no se le ocurrió acompañarla hasta la misma puerta de su supuesto trabajo…

  • Decirle que estás casada y que tu marido llegará por la mañana – Ligas con un chico y después del sexo le dices que en realidad estás casada, o que vives con tu novio, y que al día siguiente muy temprano llega tu pareja de un viaje de trabajo, así que lo mejor es que se vaya lo antes posible. Lo más seguro es que no se quede ni a dormir y se vaya directo. Una amiga usó esta técnica, el chico se enfadó bastante por no haberle dicho que estaba casada, pero obviamente se fue de su casa a los pocos minutos, no se quedó ni a dormir. 

  • Mandarle a por churros y no abrirle la puerta, nunca más – Tal cual lo que acabáis de leer. Para mí, esta manera de deshacerte de un tío se lleva la palma en cuanto a crueldad se refiere. Me contó una amiga que su ligue de esa noche se ofreció a prepararle el desayuno. Ella, ni corta ni perezosa, le dijo “¿Por qué no vas a por churros? Hay una churrería en la esquina de mi calle”. El chico se fue a comprar y cuando volvió mi amiga no le abrió la puerta. Llamó varias veces al telefonillo, la llamó al móvil, pero finalmente el pobre muchacho debió de captar la indirecta y se fue. Seguramente se comió los churros que había comprado de camino a su casa.

¿Alguna vez os habéis deshecho de un ligue de una manera de la que no os sentís del todo orgullosas?

 

Raquel Acosta