Este descubrimiento es un postre alternativo que sorprende a todo el mundo. Lo tomé hace años en un restaurante mexicano y he de decir que al principio no me entusiasmó la idea de pedirlo como postre, pero una vez lo pruebas y disfrutas de un chupito con una textura diferente y engancha muchísimo.

Durante esas tardes del confinamiento en las que solo pensaba en qué comer al día siguiente y en qué podría preparar para sorprender a mi pareja, se me ocurrió: “voy a hacer gelatina de tequila”.

Esta receta es muy sencilla, rápida y resultona. Lo mejor de todo es el contraste de sabores y la cara de sorpresa cuando les dices qué es.

Los ingredientes para embriagarte con el postre son:

-Un sobre gelatina de limón (en los paquetes siempre suelen venir dos)

-Dos vasos de agua

-Medio vaso de tequila (a poder ser Tequila Reposado, ojo a este que mola mil)

-Un puñado de granos de sal gorda

-Pimentón picante.

La cantidad de gelatina varía según sea el molde. Te pueden salir entre 6 y 8 pequeños, pero si lo prefieres para compartir o llevar a algún evento, pon solo un molde.  Para comerlo en casa, es mejor comprar moldes individuales estilo flan, pero si lo quieres para lucirte con amigos o familia, coge un molde rectangular desechable del super. 

Su preparación es sencillísima. Primero pones un vaso de agua a hervir y cuando empiece a calentarse el agua, echa el contenido de un sobre de gelatina de limón y no dejes de remover.

Cuando ya haya cogido color, pon el medio vaso de tequila y sigue removiendo. Recomiendo el tequila reposado, da igual la marca que sea. Es mejor esta opción porque el sabor a tequila no se enmascara y tampoco parece que estés comiendo bocados de alcohol puro. 

Sin parar de remover, espera unos minutos hasta que se vaya el tufazo a borrachera, porque así hacemos que se disuelva mejor la bebida en la gelatina. Este proceso dura como mucho 5 minutos a fuego lento. 

Quita el cazo del fuego y añade el otro vaso de agua y remueve. Deja que vaya templando poco a poco  mientras preparas los moldes. 

Como puedes ver, no hemos añadido en ningún momento azúcar, eso es lo bueno que coger directamente un sobre de gelatina preparada.

En los moldes tienes que añadir unos granitos de sal gorda y espolvorear un poco de pimentón picante. Si el molde es pequeño, pon un par de granitos de sal y espolvorea un poco de pimentón picante. No te pases con ninguno de los ingredientes porque entonces será demasiado intenso. 

Si te decides por utilizar un molde grande, intenta distribuir estos dos ingredientes por todo, sin dejar que se cumule todo en un lado, porque de ser así a quien le toque, morirá. 

Ponedlo a prueba y disfrutad de este chupito-postre.

 

LauriLuu Fisher