¿Hay que hacer de TODO por tu familia aunque siempre hayan pasado de tu culo?

Salían recientemente a la luz dos noticias que me hacían cuestionarme y reflexionar acerca de la anterior pregunta.

Por un lado, tenemos la historia de la  hermana (por parte de padre) de la modelo e influencer Georgina Rodríguez (pareja de Cristiano Ronaldo para quién pueda andar un poco perdido), la cual se ha dedicado a llamar y pasearse por diversos programas de televisión, denunciando que su hermana pasa de ella y no le ayuda económicamente, mientras está viviendo en la calle, sin dinero, de okupa y con dos hijos.

Resulta curioso, cuanto menos, desde el punto de vista de que nunca se ha sabido nada de esta supuesta hermana, hasta que ha aparecido reclamando dinero, que no simplemente cariño o atención por parte de Georgina. Añadámosle, además, que la propia Georgina ha dado su versión al periodista Aurelio Manzano, el cuál ha desvelado lo siguiente:

»Georgina se ofreció a pagar el colegio de los niños y hacerse cargo de los menores, de su ropa y demás. Y la contestación que recibió por parte de Patricia fue ‘no, mándame 5.000 euros que ya me encargo yo de pagar»’

Por otro lado, está la del padre biológico de la cantante Chenoa, el cual se conoce que las abandonó a ella y a su madre cuando la cantante apenas tenía un año de edad. Pues con toda su cara dura, por decir algo suave, ha reaparecido ahora, que tiene serios problemas económicos, para reclamar dinero a Chenoa, alegando que es su padre biológico, su familia de sangre, y como tal ella se encuentra con la responsabilidad de cuidar de él o tan siquiera prestarle su ayuda. Por supuesto, todo esto, y como en el anterior caso, recurriendo a diferentes medios televisivos (porque si se puede sacar rentabilidad ya desde el principio, ¿más que mejor no?) y llegando a amenazarla con plantarse en España (él está en Argentina), quedándose a esperar en el aeropuerto a que la policía venga a por él, les diga que es su padre y que a ella no le quede más remedio que actuar.

Ante estas dos historias yo solo acierto a preguntarme, ¿se puede tener la cara más dura que cualquiera de estos dos PERSONAJES? Así, con mayúsculas, porque es lo que son, con el tono más despectivo que se pueda utilizar con esa palabra. Dos alimañas que, con el pretexto de ser familia, pretenden chantajear emocionalmente y aprovecharse del dinero de dos mujeres que han conseguido labrarse un buen futuro y conseguir una vida feliz, lejos de personas con las que desde mucho tiempo atrás no mantenían ninguna relación.

¿Nos encadena el solo hecho de ser familiar de alguien a ellos? Yo creo que no, sobre todo cuando son personas que nos han abandonado, que realmente jamás se han preocupado por nuestras vidas y con las que no mantenemos absolutamente ningún tipo de relación. 

Más sangrante me parece la situación incluso en el caso de Chenoa, pues su padre le reclama una ayuda económica para poder solucionar su vida, pero, ¿se preocupó el de ella o de que no le faltara de nada cuando la abandonó siendo niña? Una vergüenza lo de este señor, por llamarle de alguna manera.

Familia es quien cuida, quien está ahí en nuestro día a día y quien nos demuestra su afecto sin necesidad de recibir nada a cambio. Sin necesidad de ser de sangre, nuestra familia la componemos nosotros mismos, con nuestros seres queridos y con el entorno que consideremos CASA (sean personas a las que estamos unidos biológicamente, amigos, parejas, etc.). Los lazos de sangre pueden romperse, no nos atan a nada ni a nadie, y mucho menos cuando, como reza el título de este texto, han pasado de tu culo toda la vida. 

 

N.