VALE VALE VALE. Chavalas, me he venido a Zaragoza. De hecho os estoy escribiendo este mail en el tren de vuelta a Madrid, cuando vi que subíais mi historia a Instagram (ILUSTRADA Y TODO) casi me da un jari. Se viene II PARTE: Nuestra primera cita fue haciendo cola en Doña Manolita.

Lee la primera parte aquí

Cuando lo vi publicado la verdad que ya tenía los billetes comprados, pero me hizo ilusión que me dijerais que los pillara. Acabo de terminar de estar cuatro días con él y me estoy volviendo a casa el mismo 24, me debería haber vuelto ayer por la noche, pero… ¡¡¡¡pero me cambié el billete para irme hoy porque OMG cómo me gusta este chico!!!!

Lo primero que tengo que declarar: ¡nos ha tocado la lotería! Las vueltas, para ser más exacta, pero oye, nos fuimos a cenar con el dinero a un Burguer King estupendo JAJAJAJJA. No somos millonarios, pero somos felices.

Yo de verdad que no quiero gafarlo, no quiero venirme arriba, no quiero hacerme expectativas… pero me está costando TANTO. O sea de verdad, por primera vez en vida siento como que estoy en una puñetera película. No sé si será el frío, la época del año, que tengo trabajo estable, un piso monísimo y este chico es la guinda del pastel, pero no me quiero bajar de esta etapa nunca.

II PARTE: Nuestra primera cita fue haciendo cola en Doña Manolita

Me planté en Zaragoza el 20 por la mañana después de seguir hablando con él cada maldito día por WhatsApp, ¡que hasta hice sexting! Cosa que JAMÁS se me había pasado por la mente y menudo descubrimiento, majas. Hablábamos horas y horas, de lo que nos había pasado ese día, de lo que haríamos cuando estuviéramos juntos y de cosas intensas de nuestro pasado.

Los días se me hacían eternos, solo quería verle en persona. NECESITABA tocarle, de corazón os lo digo. Cuando bajé del tren sentía que tenía 14 años y que iba a ver a mi primer novio, tenía el corazón desbocado, estaba nerviosísima, yo solo me podía repetir: ‘Carol, que es un chico que conoces de dos semanas por favor, RELÁJATE’.

Cuando lo vi… mira pa qué. Un morreo, nenas… Qué morreo, nos faltaba el aire. Yo no sé de dónde saco yo toda esta pasión, porque en mi vida, vaya. Nos besábamos cada cinco pasos tío, de verdad, horrible. Es que es lo típico que yo veo desde fuera y pienso dos cosas: ‘qué envidia y qué asco dan, que paren ya por favor, qué lache‘.

Nos fuimos directos a apartamento que alquilé y… y bueno, literalmente estuvimos ahí encerrados más de 24h. JAJAJAJAJAJ. Comida a domicilio, sexo y películas que no veíamos. En bucle. Decimos salir de ahí el 21 para comer y me presentó a sus amigos, a un par ya los conocía de Madrid que habían vuelto para celebrar la Navidad y el resto majísimos.

Después estuvimos bebiendo por la tarde, acabamos en una discoteca y otra vez al apartamento, living todo el rato. A la mañana siguiente era la lotería y nos pusimos la alarma porque fuimos a verla ¡¡¡a casa de su abuela!!! Que se reúne allí toda la familia, pero que la ven de verdad. En mi casa se pone de fondo y nadie le hace caso, pero allí estaban todos en plan partido de fútbol.

Comí con toda su familia, estuve con sus primos pequeños, conocí a sus padres… Y el pavo me presentaba como su chica de Madrid. O sea, ¿¡hola?! ¡Que la abuela me dio un tupper de croquetas! Por la tarde hicieron trajeron chocolate con churros y jugamos a la play con todos los primos… De verdad, de estampa navideña.

Volvimos a casa a dormir… y echamos el mejor polvo que he echado yo en mi vida. Porque fue bonito, porque fue intenso, porque fue tranquilo, porque fue… fue hacer el amor, creo. Y yo nunca había sentido eso, era como que el alma se me salía del cuerpo, de verdad, qué mal y qué bien todo.

Ayer… ayer volvimos a hacer maratón de estar en casa todo el rato pensado que no me quería ir por la tarde, a mediodía cambié el billete para hoy y estuvimos tristes, abrazados y haciendo cuentas para ver cuándo nos volveríamos a ver.

Esta mañana me ha acompañado a la estación a primera hora y… y aquí estoy sentada, escribiendo, sonriendo, llorando y mirando por la ventanilla. Y bueno, confirmamos: tengo una relación a distancia, mi novio es Zaragoza. Porque sí hijas, a lo loco, ya hemos dicho que hay exclusividad y que vamos para adelante.

Así que nada, gracias a Doña Manolita, que la lotería siempre toca ahí, aunque no sea en dinero. 

 

 

Foto de Polina Kovaleva en Pexels