Hay que hablar con nuestras parejas de qué es para nosotras una infidelidad. Y hay que hacerlo ya.

Voy a abrir un melón que nadie abre: hay que hablar de lo que consideramos infidelidad y lo que no. Nuestra pareja puede tener otra idea del asunto o unos límites más estrictos o menos y luego llegan los momentos incómodos, los malentendidos y las expectativas. Lo que para mí puede ser algo natural entre colegas quizá a mi pareja le causa un dolor terrible, o a lo mejor algo que para mí es infidelidad a mi pareja no se lo parece. Antes de empezar, responde a las siguientes preguntas:

  • ¿Es una infidelidad para ti que tu pareja duerma con un amigo/a/e?
  • ¿Consideras infidelidad darse un pico en una fiesta con un/a colega suyo que no le atrae, solo por la tontería del momento?
  • ¿Te enfadarías si tu pareja pone en whats app, como foto de perfil, una foto suya a solas con una amiga?
  • ¿Te sentaría mal que tu pareja hiciera un viaje a solas con una persona cercana con la que ya ha tenido relaciones sexuales?
  • ¿Te molestaría que tu pareja tuviese contacto íntimo con otras personas, véase besos, caricias, abrazos largos?

Y ahora, responde a lo siguiente:

¿Has hablado ya con tu pareja de alguno de estos límites?

Seguramente la respuesta sea no. Si es positiva, también es muy probable que lo hayáis hablado después de que se produzca una situación tensa, cuando ya la confianza ha sido mermada, porque uno de los dos miembros se ve traicionado. Pero amiga, ¿es una traición si antes no hemos comunicado que nos molesta? ¿tu pareja sabía perfectamente que eso podía dañarte? ¿es algo que, en un acuerdo de relación monógama, se entiende que es infidelidad, o no está tan claro?

En las relaciones monógamas hay cosas que se entienden de base como una infidelidad (aunque, repito, siempre conviene hablarlas igualmente): tener relaciones sexuales con otra persona, besarse en la boca, flirtear por mensajería… Pero hay otras cosas no tan claras que conviene especificar.

Por ejemplo, yo tuve una conversación con mi pareja en la que le indiqué que me daba igual que durmiese con otra persona en la misma habitación, pero prefería que fuera en camas diferentes. Así, si llega la situación, mi pareja sabe cómo actuar y qué me va a molestar y qué no. ¿Es posible hablar de todas las situaciones del mundo mundial antes de que ocurran? Pff pues no, lo veo complicado, porque seguramente hay unas cuantas que ni se te ocurrirían ahora mismo. Podéis tener una conversación inicial sobre aquellas que os lleguen a la mente, y si aparece alguna nueva en el futuro, hablad de cómo actuar ante esa novedad, que suele ser no haciéndolo antes de consultarlo en pareja. También recomiendo hablar, antes de que ocurra, qué significaría para vosotros que el otro cometiese una infidelidad, hacer un ejercicio de especificar cómo os podríais sentir y qué consecuencias tendría en la relación. Luego, por supuesto, hay infidelidades que nunca se saben, con esas poco podemos hacer, pero es muy posible que si tu pareja es infiel, tú lo sepas o lo sospeches. Y muchas otras ocasiones en que lo sospeches, y al final no lo sea, por supuesto.

 

También veo muy interesante comunicar a nuestras parejas si nos han puesto los cuernos en el pasado o si nosotros lo hemos hecho, contar toda la situación bien y explicar qué nos llevó a ello, qué aprendimos de la experiencia y cómo nos sentimos ahora al respecto. Muchas veces los celos que experimentamos ahora se basan en situaciones pasadas, así que comunicar nuestro pasado hará más llevadero el presente. O, por ejemplo, contarle a nuestra pareja que hace años nos pusieron los cuernos y por eso ahora, a veces, tenemos episodios de celos suaves, hará que nuestra pareja nos entienda mejor, y podéis trabajar juntos para rebajar esos celos.

Así que amiguitas, hablad con vuestras parejas de qué consideráis infidelidad y qué no, pero no desde un punto de vista de obligatoriedad, de pautas a cumplir por el otro, si no de entendimiento y comprensión. Llegar a un punto medio suele ser posible, y así las expectativas y la realidad estarán mucho más alineadas, y nos evitaremos sustos. O tendremos los mismos sustos, pero podremos decir: te comuniqué lo que necesitaba, y no has tenido en cuenta mis límites. 

Te falta perreo