Consigue aquí una semana gratis en HBO

Consigue aquí un mes gratis en Amazon Prime

 

Lo he vuelto a hacer, he caído una vez más en la reproducción obsesiva de una serie. Casi de manera descontrolada, llevada por esa necesidad de recordar cada capítulo, rememorar cada una de esas escenas que ya en su día me hicieron sentir un gran cúmulo de emociones. Sí, ‘Anatomía de Grey’ ha vuelto de la mano de Disney+ y en mi caso la noticia no podía surgir en mejor momento. Cuando el teletrabajo y las noches completas frente al ordenador ya se hacían tediosísimas, justo en esa época en la que me sentía completamente vacía de series que pudieran volver a enamorarme. ¿Qué hacer entonces? Pues caer en un clásico, por supuesto. Ver desde el capítulo 1, como si no hubiera un mañana, devorando temporada a temporada.

Claro que tras tantos años sin regresar al Seattle Grace las cosas parecen haber cambiado mucho. Aunque si bien es cierto que los guiones e historias de ‘Anatomía de Grey’ continúan siendo los mismos y lo que realmente ha dado un giro ha sido nuestra percepción del mundo. Y es que ojo al dato, que la primera temporada de este seriote salió a la luz hace ahora 16 años – ¡y se dice pronto! -. Así que no nos engañemos, lo que por aquel entonces ni siquiera percibíamos es más que probable que hoy en día nos llame la atención, nos chirríe un poco o incluso nos moleste bastante. Que el cariño por cada uno de los personajes de esta gran serie sigue ahí, pero destaquemos algunos nimios detalles…

¿’Anatomía de Grey’ o ‘Anatomía de Cristina Yang’?

Adorarás a la doctora Yang sobre todas las cosas. Es ese personaje que no debería desaparecer jamás, ese ser de luz que genera inmensas dosis de cariño a su alrededor sin siquiera despeinarse. Cristina es ‘la persona’ (ojalá mi persona), la reina del Seattle Grace. Por favor un reino solo para ella. Todas querríamos una amiga como Yang, esa persona a la que confiarle hasta nuestra propia vida y que sabe ser honesta hasta en los peores momentos. Sabía que amaba a Cristina Yang pero ahora me doy cuenta de lo esencial que ha sido para la serie. (Spoiler Alert: Todavía no me recupero de su marcha, no lo concibo, de hecho la serie no es la misma sin ella y esto es indiscutible).

Doctor Shepherd, bájale los humos, amigo

Que dicen en mi casa que me pongo un poco intensa con este tema, pero es que no puedo entender tanto revuelo en torno a este personaje. Sí que fui de las que en su día sucumbió a los encantos del doctor y su melena, pero en este revisionado me he dado cuenta de lo irregular y poco sana que es esta persona. Su trabajo es lo primero, sin cortarse, pero ya no solo eso sino que todos deben respetar esta cuestión aunque él no lo haga hacia el resto. Vale que las tramas de amor romántico con Meredith son muy brutales (momento Post It, por ejemplo), pero creo totalmente que le ganan por completo sus malos momentos existenciales. Aprovechando toca hacer una mención especial a la terrible cantidad de detalles machistas durante todas las temporadas. Diálogos y puntualizaciones donde se deja al personaje femenino como una loca del coño mientras ellos continúan siendo el factor esencial para salvar el mundo. Una serie, ficción, pero cuando escuchas por quincuagésima vez a uno de los personajes masculinos soltarle a una de sus compañeras eso de ‘vete de aquí, que este no es un lugar seguro para alguien como tú‘, te cagas en las muelas de Shonda Rhimes y de su elenco de guionistas.

Izzie Stevens y el mundo que tiene que girar a su alrededor

Siempre me faltó empatía con la joven doctora. Vamos, como que nunca entenderé a aquellos que lloraron su marcha de la serie (lo siento, no es un spoiler, hace mucho tiempo de esto). Izzie era el puñetero perro del hortelano desde el minuto cero. Esa chica a la que ves venir desde el principio. Crítica con Callie por simplemente enrollarse con su mejor amigo hasta que consigue que la deje para meterse ella de por medio, mareadora oficial de Alex Karev y liante de manual cuando optó por tomar decisiones que podían poner en peligro la carrera de todos sus compañeros solo para su propio beneficio. Su inestabilidad me producía mucha ansiedad y qué bien cuando dijo adiós.

Villanos, ídolos y viceversa

Es un aspecto increíblemente curioso de ‘Anatomía de Grey’ y es la mar de probable que no esté descubriendo la pólvora ni muchísimo menos. En más de 15 temporadas las tramas se han sucedido creando siempre historias hiper dramáticas. Y una de las cuestiones más llamativas es la manera que tienen los personajes de generar odio o empatía sin permitirnos aliarnos con ellos al 100% (bueno, la excepción por supuesto es Cristina Yang). Son muchos los ejemplos a lo largo de toda la serie. Meredith la primera, que en ocasiones es cabal y una gran compañera y en otras se convierte en la peor de las villanas desquiciadas. Arizona Robbins, otra que se suma, que de pronto es capaz de tratar a todos sus compañeros como si fueran mierda pura y culparlos de todos sus malos para tres capítulos después ser la mujer más adorable del planeta. ¿Qué puñetera locura de guion es esta, Shonda Rhimes? Que me imagino a los actores recibiendo los guiones en su casa completamente expectantes ‘¿esta semana seré mentalmente inestable o me tocará quererlos muchi a todos?

Este personaje ¿por qué?

Lo comentaba el otro día con mi pareja y aunque él dice que me pongo un poco exquisita con la dichosa serie yo qué queréis que os diga. ¿Acaso soy la única que cree que hay muchos personajes completamente prescindibles? Y no me refiero a que el elenco no cambie ni un poco en más de 16 años, sino que no veo la necesidad, lo siento. Por ejemplo, ¿cuáles son las probabilidades de que de pronto la hermana de Shepherd sea también una gran neurocirujana y llegue a trabajar al hospital? Tampoco comprenderé nunca jamás la inmensa estima generada en torno a Jo Wilson, que se pasa media serie prodigándose como una gran cirujana cuando sus tramas son más bien un llanto continuo en torno a todo lo que sucede en el hospital. Soy exigente, lo asumo, pero es que hay cuestiones de base incomprensibles.

Aviso: Este hospital está gafado

Accidentes de avión, médicos que mueren un día sí y otro también, tiroteos, bombas que estallan, pacientes que ingresan por una simple gripe y que de pronto mueren tras una operación inesperadísima, médicos que si no están operando están follando a lo loco hasta en el escobero… Es más que evidente que el Seattle Grace (ahora Sloan Grey Memorial) es un lugar maldito donde entras y quién sabe si no saldrás con los pies por delante.Es que es una serie ¿qué esperabas?‘, vale, lo compro, pero no me podéis discutir que una cosa es una trama dramática y otra que capítulo a capítulo todo le pase siempre a ellos. ¡Un buen psicólogo es lo que necesitan en esa plantilla!

Mi Instagram: @albadelimon