Ayer España estaba dividida entre los que veían el fútbol y los que veían a gente ajena ponerse los cuernos. Y yo soy de las segundas. NO ME ESCONDO. Ojalá la vida dándome a mí un círculo de fuego para arreglar mis asuntos pendientes, la verdad.
Empieza la hoguera de confrontación entre Fany y Christofer. Ella estuvo roneando con Julián y después de darle un beso, pidió la hoguera para explicarle a Christofer por qué lo deja de cornudo de España. El pobre chaval ya iba envenenado sin saber que había un beso y nosotras esperando el momento en que le pusieran las imágenes.
Christofer: Es que no puedo ni verte, me das asco. Antes era el cornudo de España. Ahora soy el doble cornudo.
Fany: No, me he dado un beso, pero no me he acostado con él. Si además no me gusta. Después del beso me puse a llorar porque todavía te tengo en mi corazón y en mi cabeza.
Fany es como ser diabética y desayunar Donuts porque vives con tus propias normas.
Christofer: Te llega a gustar y entonces te lo follas, ¿no?
Fany: Igual es porque tú no eres el hombre de mi vida, no me complementas ni me has complementado nunca. A lo mejor tenía que pasar esto para que nuestra relación se termine porque no tengo los huevos de dejarte porque siempre vuelves.
Sandra: ¿Pero Fany, es Christofer el hombre de tu vida?
Fany: Sí, sí lo es.
Fany: Cari, confía en mí, vamos a volver a las villas sólo para que veas que puedes confiar en mí.
Confiar en Fany es como confiar en que un banco no te cobre comisiones. Es el juramento que haces cuando estás de resaca y te dices que no vuelves a beber.
Christofer: No puedo ni mirarte a la cara. No quiero saber nada más de ti.
Fany: A ver si me dices lo mismo en España.
Also Christofer dos segundos después: Vale, vuelvo a la villa.
Christopher aunque Fany le pusiera los cuernos en directo dentro del circulo de fuego, seguiría con ella. Mucha pena y mucha decepción pero se quiere quedar en la villa. VENGA, HASTA LUEGO.
A Villa Luna (la casa de los repudiados) llega Jesús (alias Hezú), el ex de Marina, que se ve cara a cara con Lobo. Y al rato llega Christofer, que vuelve a la casa como el repetidor el primer día de clase y se encara con Lester por hacer de celestina entre Fany y Julián. Al final siempre matan al mensajero. Aquí están los ánimos por los suelos. Una casa de fiesta y alcohol y la otra de funeral y trankimazin.
Mientras tanto en Villa Playa juegan a verdad o atrevimiento, no sea que jueguen al trivial y suba el nivel cultural… y le preguntan a Manuel si es verdad que tiene pruebas de que Isaac le es infiel a Lucía.
Manuel: Que yo tengo los pantallazos en mi móvil.
Bela: Conmigo quiso irse hace dos semanas a Ibiza.
Lucía: Cuando salgamos me enseñas las pruebas. Ahora no me calientes la cabeza con tonterías. No puedo más, no lo soporto.
Manuel: Tú tienes que estar sola Lucía.
La relación de Lobo y Lucía tiene menos futuro que un espía sordo. Toda la casa tiene pruebas de las infidelidades de Lobo pero Lucía es cinturón negro en mentirse a sí misma.
Mientras tanto Andrea y Manuel se lo montan en el jacuzzi y después rematan faena en la habitación. Con estos dos en la casa, suena más la alarma que en el Berlín de 1945. A Andrea le da igual tener novio que no tenerlo, llevar con él 8 meses que 8 años o que esté a 100 kilómetros o a 20 metros. Y en el fondo esta forma de ser, aunque a algunos pueda parecer poco moral o sin educación, tiene mucha más coherencia con lo que ella siente que Christofer. A ella se le pone un tío a tiro y allá va porque tiene un coño tan grande que tiene su propio código postal, aunque ese tío sea Manuel, que es más corto que las mangas de un chaleco.
Llega el momento de eliminar a dos solteros y en Villa Playa deciden cargarse a Stefany porque pinta menos aquí que un vegano en una carnicería y a Bela porque no cae bien. Lucía cree que ha ganado al deshacerse de Bela pero lo que no sabe es que se las llevan a Villa Luna donde está Lobo. Lucía la pobre es alérgica a la suerte.
A la par Lucía y Marina intiman sobre sus sentimientos y acercan posiciones. Marina reconoce que Lobo la había cambiado a todos los niveles, incluso sexualmente y Lucía se siente identificada. Que me imagino a Lobo rollo 50 sombras de Grey, metiéndolas en un cuarto rojo del dolor. Y hablando de extrañas parejas, lo de Marta y Patry roza la bipolaridad. Lo mismo se chillan y tiran de los pelos, que lo mismo se quieren y se dan masajes.
En Villa Luna, llegan Stefany y Bela tras haberse hecho 300.000 PCR en 72 horas. Bela descoloca a Lobo. Bueno, descolocar es un decir. Bela se roza más que una gata en celo. Se acarician, se incitan con la mirada, se sonríen. Sólo hay que mirarlos para saber que a Lobo le va a durar la resistencia lo que a mí las dietas.
Y hasta aquí el resumen. En el próximo capítulo veremos la hoguera de los habitantes de Villa Luna y nuevos movimientos conejiles. ¿Habrá caído alguien más en la tentación? ¿Quién más se habrá unido a Villa Playa? Con los asuntos pendientes que van a salir en esta edición, tienen para otros 4 o 5 años más.
@LuciaLodermann