¿Alguien cercano a ti va a cambiar de década y su edad comienza por un cuatro?
Celebrar los cuarenta es un momento inolvidable. Mucha gente dice que es el principio de la real vida adulta y que vale la pena celebrarlo de manera discreta.
¡Ni muerta! Si eres fans de las fiestas temáticas, las celebraciones locas y de las sorpresas, te traigo tres ideas que te pueden venir más que bien.
Es muy típico hacer una fiesta temática sobre ‘Los años 40’ cuando llegas a esa cifra, pero, ¿no crees que hay más alternativas? Te indico tres que te dejarán con el culo torcido.
1- Fiesta ‘Los cuarenta principales’. Soplar las velas caracterizada de Lady Gaga o Rafaella Carrá es empezar bien una nueva década. Es una fiesta dirigida a grandes amantes de la música de todas las épocas, donde puedes hacer juego de adivinar canciones, cantar con una sola letra o una actuación como si estuvieras en ‘Tu cara me suena’. Te aconsejo que en la organización busques gente que no le dé vergüenza disfrazarse y que no todos quieran ir de guapos. La decoración puede hacerse con hinchables, guirlandas de vinilos y logos de esa famosa cadena de radio. Lo que está claro aquí es que no puede faltar la música y las ganas de cantar y pasarlo bien.
2- Fiesta ‘Alibaba y los cuarenta ladrones’. Puede parecer un título muy absurdo, pero piensa que es una de las historias que se narra en Las mil y una noches y se trata de una fiesta con toques árabes. Puedes ir de guapa o de mamarracha ladrona, pero lo ideal es vestir con ropa fluida y joyas. Esta temática puede valer para una fiesta en la playa o en cualquier zona al aire libre. La diversión viene si no le dices nada la cumpleañera y la disfrazas con barbas y sables.
3- Fiesta ‘Bingo para señoras’. ¿Te imaginas celebrar la cuarentena emperlada viva, con un Gin Tonic en mano y cantando línea? ¡Esto no tiene desperdicio! Seguro que en tu zona hay algún bingo donde hagan cena y sesión de juego. Si vais todas en grupo, bien arregladas y emperladas y con ganas de darlo todo, puede ser un día más que inolvidable.
