¡¿No os ha pasado que a veces os compráis algo de lo que no estáis muy seguras y resulta que es el descubrimiento del siglo!?

¡Porque no todo van a ser dramas yendo de compras oye!

Pues bien, yo la sorpresa me la llevé entrando en Calzedonia a comprar unos leotardos, sí, soy mayor de edad y uso leotardos, no me juzguéis por ello…

El caso es, que ya esperando mi turno para pagar, vi de lejos unos pantalones como de terciopelo y de campana

¡ojo al dato! 

Me acerqué tímidamente a verlos, estaban en azul y granate y me decidí por los granates, me pareció que en navidad como que pegaba mucho ese color, ni que yo fuera una bola de Navidad… pero así, discreta que es una…entre los leotardos y esto me estoy cubriendo de gloria…

La cuestión está en que me los llevé a lo loco, sin probármelos ni nada y así con las mismas los eché en la maleta puesto que al día siguiente me iba de viaje, y pobrecita de mi, estaba sin pantalones claro…

Que ahora que lo pienso, yo soy muy dada a hacer estas cosas, más de una vez me ha pasado que no me ha gustado el resultado y obviamente me he quedado sin un modelito previamente estudiado…

pantalon

Pues bien, ahora estoy arrepintiéndome de no haberme llevado también los azules, son el típico pantalón que te puedes poner con unas bambas para ir cual indigente a pasear por la playa que, con un taconazo para ir a trabajar, vamos, que me tienen encantada de la vida.

De la manera más tonta me encontré con el Santo Grial… ¡Esa mezcla de pijama y chándal ideal! ¡Lo mas parecido que vas a encontrar a ir en chándal, pero en pantalón de vestir!

Puede que solo los comprara yo y se deshicieran de ellos rápido, pero si los encontráis ¡no dudéis en probároslos!

Así que, desde aquí hago una llamada pública a que hagan el mismo modelo, pero en tejido veraniego,

¡porque ya estoy sufriendo de pensar que en unos meses no me los podre poner!