Es 8 de marzo y en jornadas de huelga como esta hay mucho tiempo para las reivindicaciones, pero también muchas horas muertas (que a ver, probablemente las pases con tus amigas y compañeras currándote pancartas así que todo bien)… así que aquí te traemos los pasatiempos definitivos para aprender y divertirte en clave feminista.

«Juegos Reunidos Feministas» es una cosa preciosa que encima huele genial (mi pasión por el olor a libro ilustrado es fuerte). Está ideado por Patricia Escalona a la pluma, Ana Galvañ a la tinta y ha sido publicado por Temas de Hoy. La verdad es que, siguiendo un poco la estela de «El Libro de Actividades Feminista» de Gemma Correll, han conseguido un combo perfecto de reivindicación, aprendizaje y buen gusto con un punto macarrita que nos flipa porque no se cortan ni un pelo.

Si se meten con Juan Soto Ivars y otros señoros a mi ya me tienen ganada…

Nos encontramos en un momento en el que el feminismo parece va calando bastante en nuestra sociedad, pero al mismo tiempo la resistencia y oposición al movimiento se está haciendo cada vez más fuerte y visible. Teniendo en cuenta esta circunstancia lo mejor es seguir empoderándonos y seguir con nuestra lucha desde el humor porque si no no hay quien pueda seguir con esto… ¡qué agotamiento! El libro está dividido en cuatro partes (casi como las cuatro olas feministas que existen) y propone actividades que interpelan a todo el mundo y nos hacen reflexionar sobre el trabajo que ya han llevado a cabo mujeres (anónimas y famosas) en otros momentos históricos y sobre todo lo que aún nos queda por hacer (que no es moco de pavo).

Entre las actividades que nos proponen podemos encontrarnos un quiz sobre la situación de los derechos de las mujeres en el mundo (porque el feminismo será interseccional o no será y está muy bien dejar de mirarnos el ombligo durante un ratito), un abecedario feminista (que deja muy claritos algunos conceptos importantes) o un karaoke feminista (para descubrir letras muy empoderantes de señoras muy molonas), además de sopas de letras, crucigramas y mil cosas más. Todo con una estética incómodamente cuqui que te van a dar ganas de enmarcar cada página.

¿El único problema? Que da muchísima pena pintarrajearlo, pero esto ya son cosas mías…

Si os ha molado la idea podéis haceros con uno aquí para regalárselo a una amiga, a vuestra hermana o ¡qué coño! para daros un capricho.