A principios del año pasado os contábamos, bastante fascinadas, algo histórico: Mattel se había animado a incluir un poquito la diversidad corporal y lanzaba una serie de muñecas Barbie con distintas características físicas, así que podías encontrarte con Barbies curvy y petite en la misma estantería de la juguetería. Evidentemente aplaudimos con las orejas la propuesta y nos pareció un avance maravilloso (teniendo en cuenta de que es algo que lanza una empresa que durante décadas ha reproducido una imagen femenina completamente irreal). Está claro que Barbie seguía siendo un icono pop, pero se estaba quedando bastante anticuado. Ahora las niñas podrían tener muñecas que se ajusten más a la pluralidad de cuerpos femeninos que se ven por las calles y, con mucha suerte, les afectará un poquito menos el patrón estético único… ¡chachi!

Pero nos faltaba algo para completar la ecuación. Aunque nos parece genial que empezaran con las muñecas (por eso de que el protagonismo que tiene Barbie es mucho mayor y el efecto sobre las niñas brutal), hacía falta diversidad también en la versión masculina: Kens de todos los tamaños, para representar la diversidad corporal de los hombres, porque el ideal que encarnaba este muñeco también dista mucho la realidad. ¡Pues ha llegado! Mattel acaba de anunciar que va a incluir 15 tipos de Ken diferentes en su línea Fashionistas y entre los que podréis encontrar tres tallas: delgado, ancho y original.

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Con este proyecto la empresa pretende redefinir y modernizar el concepto de Barbie y Ken para ajustarlos más a la evolución de los estándares de belleza, acercarlos más a la apariencia de las niñas y niños que juegan con ellos y adaptarlos a las demandas de una sociedad cansada de modelos de belleza imposibles. Pues que queréis que os digamos, nos parece estupendo. Está claro que aún queda muchísimo trabajo por hacer y un montón de cuerpos y realidades por representar pero, aunque puedan resultar insuficientes, son estos pequeños gestos los que demuestran que poquito a poquito eso de la tolerancia va calando hasta en las grandes empresas.

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