Con frecuencia la gente piensa que lo que más une a las personas es el amor, el sexo, los intereses en común (todos muy importantes) pero yo creo que hay algo mucho más clave para que una relación de la índole que sea quede bien cimentada y sea inamovible contra viento y marea. Chicas, lo más importante es la confianza.
Pienso que la confianza, el buen feeling y la complicidad son los factores que nos hacen preferir a unas personas por encima de otras. ¿Por qué te fías más de ese chico que de aquél? ¿Por qué le cuentas determinado problema a esta amiga antes que contárselo a aquella otra?¿por qué? Creo que la confianza es tan valiosa y tan frágil a la vez…
La traición, las mentiras y el engaño son los peores enemigos de la confianza y la complicidad…son como ese soplo de aire repentino que desbarata tu castillo de naipes. Por ello, cuando alguien nos falla sentimos que nada de lo que vaya a hacer esa persona nos va a convencer de que es posible recuperar la confianza y complicidad que antes existía.
Qué caprichosa puede llegar a ser esta vida. A veces nos encontramos de un lado y a veces de otro. A veces confiamos demasiado y otras, nada. Hay circunstancias en las que podemos ser la persona regalando confianza y otras, puede ser que seamos nosotros mismos los responsables y los culpables de haberla roto.
Es de sabios tener en cuenta que este sentimiento que ponemos en manos de los demás es bien frágil al fin y al cabo, y solo cuando estamos muy hundidos nos damos cuenta de quién la ha merecido y quién no. Pero, de eso se trata, ¿no? Causa – efecto. Acción – reacción.
La curva de aprendizaje nos llevará años y palos. Nos costará personas, relaciones, espacios y cosas…Pero al final saldremos reformados y convertidos en alguien más sabio, más fuerte. Más sano.