Sí, sí. Como lo habéis leído. Vamos a saco Paco porque este tema tiene mucha miga como para andarnos por las ramas. Resulta que pensábamos que ya lo sabíamos todo (o casi todo) lo referente a lo que tiene que ver con el sexo y su mundo (juegos, sensaciones, texturas, sabores…). Pero no cariño, ahora de repente aparece la niebla del amor y nos descoloca por completo.

Yo tengo que confesar que no sé si sería muy fan de esta nueva práctica. Y te preguntarás: “¿Pero, en qué consiste?” Pues yo te lo cuento muy rápida y concisamente. Esta nueva y reciente tendencia sexual consiste en la búsqueda de la estimulación mediante una brusca bajada de la temperatura en la zona genital. Vamos, para que nos entendamos: que, supuestamente congelando tu chichi y su pene, os da posteriormente un subidón que ni te cuento.

Pero por si aún necesitas más datos, yo te los doy. Sí, parece de chiste, lo sé. Pero esto va en serio. No penséis que os meten en una cámara frigorífica ni nada por el estilo. Esta bajada de temperatura se realiza con nitrógeno líquido, es decir, en forma de chorro de vapor. Ahora viene la parte en la que puedes flipar. Ese chorro de nitrógeno líquido puede llegar a alcanzar hasta los 180º bajo cero.

¿Cómo se supone que con ese frío te va a dar un calentón? Pues nena, resulta que, debido a una bajada tan radical de temperatura, los vasos sanguíneos se dilatan mejorando así el flujo sanguíneo y pueden generar un aumento de las endorfinas, y por tanto, un mayor deseo sexual. Como te podrás imaginar, no todos tenemos en casa el material necesario para congelarnos el chochamen y en UK ya hay clínicas y spas que ofrecen dicho servicio.

Que conste que esto aún no tiene una base científica sólida, pero por lo que se ha podido saber, esta congelación genital temporal también mejora el aspecto de nuestro chichi, dando una apariencia más juvenil ya que se genera un aumento del colágeno. En serio… el tema tiene miga lo cojas por donde lo cojas.

¿Dónde lo puedes probar? ¿es muy caro?

En Manchester ya hay un balneario que ofrece este servicio y no debe tener mucha queja, porque la demanda no para de crecer y, de hecho, está causando furor en muchos países europeos. La sesión dura media hora y viene costando entre 50 y 60€. Ya veis que no es nada caro como experiencia. Pero ¿te animarías?

Sea como sea, no debe ser del todo malo. Ya se sabe que muchos deportistas de élite llevan años sometiéndose a la crioterapia (aplicarse frío a muy bajas temperaturas, como puede ser meterse en una pequeña piscina con hielo) como un efectivo recuperador después de un esfuerzo en competición. Ahora se lleva al sexo… en fin, ya se sabe que el frío, puede también desatar el calor… ¿lo probarías?