Desde que me llegó cada vez que lo miro sonrío. Si, me hace gracia que sea un dildo en forma de mazorca. Al final es como cualquier otro vibrador al uso, no tiene nada de especial más que su forma, y sus rugosidades de mazorca que hacen que al usarlo te de más gustirrinín. Pero es tan cuqui.
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Desde el packaging que viene como podéis ver en su cajita rosa, todo como muy de regalo delicado. Hasta cuando lo sacas. Se carga cómodamente por USB. De hecho podrías decir que es un disco duro mientras lo tienes en el ordenador y nadie se extrañaría.
Las cosas buenas que le veo es que si después de usarlo lo dejas en la cocina después de lavarlo cualquiera que entre a tu casa pensará que es un adorno más.
Si lo tienes en la ducha, ya que es resistente al agua, pues lo mismo. Tus invitados pueden pensar que es una esponja, o un rascador de espaldas… nadie a no ser que tenga la mente algo sucia (sería mi caso) se imagina que eso es tu vibrador de confianza.
También me parece perfecto como regalo, por su originalidad. Y si la mazorca no te convence hay otras verduras como zanahorias para que el conejito se las coma, berenjenas para meterlas en el horno… Si es que dan demasiado juego.
Sobre todo de palabras para divertirte tú o con tu pareja. Cuando le pones vaselina puedes pensar en que es mantequilla para meterlo en tu barbacoa personal.
Cuando lo tienes contigo en la bañera puedes usarlo como tus juguetitos de baño pero que dan gustirrinin.
Cuando comes palomitas te lo puedes poner contigo en el sofá y susurrarle: «Me dan el mismo placer que tú, mazorqui». Y así hasta el infinito.
Total que si quieres un vibrador original, cachondo para ti o para cualquiera que conozcas y decirle que hay que comer frutas y verduras cada día porque es muy sano para ti y para tu chirri. ¡Estos son los ideales! Y aptos para veganos. ¿Qué más quieres?
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