Las mujeres bisexuales no somos tu opción a un trío fácil, déjanos en paz.

 

Ser mujer, bisexual y navegar por las difíciles aguas de las aplicaciones de citas es complejo. Seguimos siendo invisibilizadas, tratadas como carnaza que conquistar y encasilladas en una eterna búsqueda de esa persona para reavivar tu pareja. Desde aquí no juzgo a aquellas mujeres que disfruten de tríos con parejas, las llamadas unicornios, solo estoy criticando el trato generalizado que nos dan y las presuposiciones que tiene la gente, que me enferman.

Primero, es un continuo bombardeo de parejas buscando una segunda chica (porque, claramente, muchos de esos hombres jamás harían un MMF, male male female, un trío con otro hombre y su mujer, siempre con otra mujer, no se vayan a poner celosos de que otro rabo se meta en su cama). Segundo, cómo puede ser que haya tanta mujer bisexual y tan poco hombre bisexual. Sí, lo sé, también están invisibilizados, bastante porcentaje de ellos no vive fuera del armario, pero yo que sé, la diferencia es gigante. Casi todas mis amigas son bi, y la que no, se da tranquilamente pipazos con las amigas. De mis amigos, solo mi pareja es bisexual que yo sepa, y os aseguro que me muevo en un entorno de muchos tíos, y todos son gays o heteros. Y muchas veces, cuando conectamos con una chica, es simplemente la paloma mensajera de su novio para ver si hacemos un trío. Otra vez la misma mierda. 

Y mira, sí, me gustaría probar a hacer un trío, pero a ser posible con gente que yo elija y me atraigan, no con una pareja ya formada con sus triggers, celos, conflictos y mierdas yo qué sé.

Como consejo, si sois una pareja que quiere introducir una chica para hacer un trío, me parece genial, pero lo que yo les digo es lo siguiente: genial, si ambos dos folláis conmigo por separado, y os parece bien y nos gustamos, luego hacemos un trío. Porque si no queréis follar conmigo sin el otro, solo soy una herramienta de placer vacío, como un vibrador, y para que me tratéis como un satisfyer no vengo yo a vuestra casa la verdad.

Y luego otra cosa, muy importante también, intentar poner límites antes de que ocurra el encuentro, hablar de cómo os sentís, qué queréis, cuáles son vuestras inseguridades, que la persona a la que invitáis no tiene por qué hacerse cargo de vuestras mierdas. Y muy útil, una palabra de seguridad, así si en algún momento no estáis cómodos con algo, se para todo y se analiza cómo os sentís.

 

Te falta perreo