Cuando una persona es muy abierta es increíble la intensidad de las amistades que hace y lo importantes que se vuelven las personas con las que se relaciona en poco tiempo.
Mila tuvo que ayudar a una nueva compañera de trabajo en su formación. Ella ya era veterana en la tienda, igual que su mejor amiga Bibi. Ambas llevaban ya 6 años trabajando en aquella tienda de telefonía y solían encargarles que ayudasen cuando alguien entraba nuevo.
Mila no tardó en cogerle cariño a la chica nueva. Era joven y alegre y acababa de salir de una ruptura, parecía no estar pasando su mejor momento, por lo que Mila le propuso hacer planes fuera del trabajo.
Quedaron para cenar en casa de Mila y, tras un rato agradable, llegó su novio. La chica nueva y el novio de Mila no tardaron en caerse bien, ambos eran unos frikis en cierto sentido y “hablaban el mismo idioma”.
Cuando Mila y la chica nueva empezaron a quedar con más frecuencia, Bibi (que estaba en el turno opuesto) se unió a las quedadas y las tres parecían encajar a la perfección.
Para Mila, Tania (la nueva) comenzó a ser alguien muy importante, pues tenían conversaciones muy profundas y se entendían a la perfección. Solían quedar en casa de Mila donde estaba su novio casi siempre.
Un día que Mila debía quedarse a una reunión con su jefe para hablar de un ascenso, Bibi y Tania la esperaron en su casa con su novio.
Desde ese día Tania pasaba los turnos hablando de que Bibi tenía una relación demasiado cercana el novio de Mila, que le había sorprendido lo distinta que era su actitud con él cuando ella no estaba, las insinuaciones y los coqueteos poco inocentes que había presenciado.
Mila no creyó ni una palabra, pues confiaba plenamente en Bibi desde que eran niñas, pero Tania insistía tanto que acabó hablando con Bibi para saber qué había pasado. En esa conversación supo que Tania solía tratar con desprecio a Bibi cuando Mila no estaba y que en esa ocasión, además, se comportaba en casa de Mila como si fuera la suya propia, tratando al novio de esta con una confianza mucho más allá de lo normal.
Mila, cansada de tanto lío, habló directamente con su novio, que le confesó que llevaba desde aquel día recibiendo WhatsApps de su nueva amiga muy subidos de tono en los que le ofrecía quedar para ver alguna de las pelis que les gustaban, pero en su casa mejor, para no molestar a Mila.
Fue una enorme decepción para ella haber ayudado y acogido a una chica que parecía desvalida y sola y que aun encima intentase enfrentarla con su mejor amiga. Menos mal que la confianza entre ellas era absoluta, porque de no ser así ahora se habría quedado sola.
Mila ascendió y pasó a ser gerente en esa sucursal, pocos días después Tania presentó una renuncia y se fue a la competencia.
A los pocos días la vieron de paseo con la encargada de la nueva tienda, fingió no conocerlas y siguió de largo. Es increíble cómo hay veces que te puedes tropezar con personas con tan pocos escrúpulos y tan poca vergüenza.
Escrito por Luna Purple, basado en una historia real.
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