1. ¿Duele tatuarse? Una de mis preguntas favoritas, y de las que más me irritan. ¿Duele que te atraviesen la piel con 7 agujas muchísimas veces por segundo, entre 50 y 3.000 por minuto? Pues claaaaaro tronquis, ¡claaaaro que duele! A unos nos duele más y a otros menos, dependiendo de la zona y dependiendo de quién te lo haga. Pero duele.
2. ¿Me enseñas los tatus? ¿NO? ¿Me enseñas la pinga?¿Me enseñas el toto? Es lo mismito, por mucho que os empeñéis en decir que es piel decorada, si no me apetece enseñártelos no puedes llamarme rancia o borde, es MI piel, MI intimidad y MI cuerpo. No soy un mono de feria.
3. ¿Qué significan? Juro que he llegado a plantearme la opción de grabar una nota de voz con las explicaciones y cada vez que me lo preguntan sacar el móvil y reproducirla. Por favor amichis, sabemos que os pica la curiosidad por saber qué significa ese plátano encima de un flotador, pero intentad hacer las preguntas cuando tengáis un grado de complicidad con la persona. Así sin conocernos es violento y da palo, mucho palo.
4. ¿Qué harás cuándo seas vieja? Mi idea es comprarme una casita en Menorca y retirarme allí a hacer punto de cruz, croquetas y pintar el mar mientras mi marido me toca la guitarra. Si te refieres a lo que va a pasar con mi piel yo te lo explico, se arrugará y se llenará de manchas y marcas, como la tuya, con la diferencia de que yo podré contar cosas muy divertidas cuando mis nietos me toquen los brazos y me pregunten por qué molo tanto. Ser una anciana muy chachi se llama.
5. ¿No se te estropea la piel? Sí claro, yo me la estropeo con tinta. Otros se la estropean con piercings, otros con tostarse al sol sin protección, otros por fumar, otros por beber, otros por maquillarse y no desmaquillarse, otros por ser torpes y darse golpes contra farolas, y así tol rato. La piel se estropea por el simple hecho de vivir en la fucking Barcelona y su contaminación.
6. Verás para encontrar trabajo… Me niego a responder a gente que me dice esto. Directamente me voy a otra parte.
7. ¿Y no pillas hepatitis o sida? Pues a ver, si te vas a un tatuador que es un cerdo y no cumple con X requisitos y pincha a alguien con sida o con hepatitis y luego te pincha y tienes tan mala pata de ser ciega para no ver que es todo una pocilga, pues sí, puedes pillar una buena enfermedad. Pero vamos, como si vas por la calle y te da por comerte una mierda de perro o de cortarte el dedo y tocarle la herida abierta a otra persona.
8. ¿Tienes algún tatu del que te arrepientes? Evidentemente tenemos tatuajes más o menos bonitos, pero arrepentirse de un tatuaje es como todo en la vida, y lo mejor que puedes hacer es un ‘look back and laugh’ (que dirían mis queridos Minor Threat). En su momento te lo hiciste por algo, intenta recordar ese algo y seguro que le ves el lado gracioso. Si estamos hablando de nombres de exparejas o retratos que en vez de parecerse a tu hijo se parecen al del vecino del quinto, pues sí, lo tienes más jodido, por eso insito en el punto 10.
9. ¿Cuánto dinero llevas invertido? Bastante, pero al igual que no te pregunto cuánto dinero llevas en ropa no me apetece que me vayas contando los tatuajes para que hagas una suma aproximada de lo que me han costado y lo que podría haber hecho con ese dinero. ‘Uy, con ese dineral te daba para un viaje o un coche’ ‘Y tú con el dinero de ese bolso te daba para coserte la boca’. Yo decido lo que hago con mi dinero, así que sh.
10. No sé que tatu hacerme, ¿qué me hago? Pregunta tonta donde las haya, si no sabes qué tatuarte no te tatúes porque quieres ir a la moda o porque quieres parecer un malote. Un 90% de los casos que conozco de gente que me hace esas preguntas y luego se tatúan acaban arrepintiéndose porque lo hacen deprisa y corriendo sin pensar demasiado en lo que de verdad quieren y sin mirar buenos estudios de tatuaje. Acabar con una caquita no es lo que quieres, de verdad.
