Qué guay es ir a la piscina en verano. Excepto por la gente.
- Ir a la piscina requiere un análisis riguroso de los horarios de la gente, básicamente saber cuando no van para ir tú.
- La búsqueda de la sombra a veces implica violencia. Sí, esa señora tan mona y tan decrépita que te ha dado los buenos días al entrar te va a sobrepasar de un momento a otro y su más decrépito codo será capaz de interrumpir tu paso hacia la última sombrilla disponible. Total, para ponerse al sol toda la mañana y dejar su bolsa de la Telva bajo tu ansiada sombrilla.
- Los vestuarios están asquerosos, siempre. Aunque los hayan limpiado hace un ratito de nada, se encharcan, el suelo se pondrá negro y siempre habrá algún w.c con cosas flotando y un niño perdido.
- Buscar un sitio para comer es lo peor. En el merendero y/o asadores las mesas llevan ocupadas por neveras abandonadas desde las 11, aunque no se puedan reservar, y en el bar la comida es asquerosa, cara y encima hay cola.
- La gente que está horas en el solarium, ese lugar tan extraño en el que la gente da vuelta y vuelta sin hacer nada más durante horas hasta alcanzar el color cangrejo.
- Niños por todas partes. Da igual lo mucho que te gusten los niños, cuando estés concentrada en tu lectura te caerá un balón, un niño que está aprendiendo a andar te pisará el culo o puede que otro te confunda con su madre.
- Los preadolescentes gritando. Cuando llegan las cuadrillas gigantes de preadolescentes ocupando un perfecto rectángulo de unos 20 metros de largo, lo de los niños te parece la cosa más adorable y soportable del mundo.
- Tu look piscinero es o mejor y más fabuloso y con más complementos que un sábado por la noche o directamente vas hecha un asco en chándal de verano.
- Señoras que te miran de arriba a abajo. A muchas señoras las gordas en bikini les dan susto.
- Te conoces de memoria a los habituales y si los ves sentados en otro sitio, te aturdes. Igual que cuando te roban tu sitio de siempre y ya no sabes qué hacer con tu vida.
- El día que te pones tu bañador más viejo, llevas las pintas más horribles y encima lo mismo hasta hueles mal, te encuentras con todo el mundo posible.
- Cuando te vas metiendo en la piscina, si está caliente no puedes evitar pensar que alguien se habrá hecho pis.