En estas fechas de comidas pantagruélicas en todas (y repito TODAS) las casas del mundo vivimos las mismas escenas. Da igual si eres del pueblo más remoto de China, si eres de Toledo o si vives en el Polo Norte: siempre habrá alguien que te diga “come más” o que te siga poniendo kilos y kilos y kilos en tu plato mientras tu dices con voz quebrada “pero es que yo no quería más”. Da igual porque TE LO VAS A COMER. Y sin rechistar. Y como no te lo comas te lo pondrán para comer al día siguiente.

Generalmente toda cena de navidad empieza con el/la cociner@ HISTERIC@. Se distingue facilmente porque llevará desde las 5 de la tarde en la cocina preparando cosas. En mi caso es mi abuela que empieza a meter las vieiras en el horno a las 6. Y pobre de ti que digas algo porque te cae la del pulpo. OIR VER Y CALLAR (y comer). Además… Nochebuena debe ser la única noche del año en la que cenas a las 9 de la noche, cuando en tu casa no se cena jamás antes de las 10.30.

También es posible que en tu casa se estile tomar unos pinchos o unos vermús antes de cenar. Si es tu caso, lo normal es que tu abuela, tu madre o algún cuñado diga la frase “no comas mucho que luego…” Luego ya se que me voy a tener que comer a un dinosaurio pero es que yo tengo hambre ahora… Nota: ojo con las patatillas fritas que son saladitas y te tiras al vermú (véase post de que tipo de familiar eres en las cenas de Navidad, en este caso la borracha)

Una vez está la cena, se empieza a llamar a la gente para que venga a la mesa. Los gritos probablemente se escuchen desde Alicante (y tu eres de Muxia) y los tipos pueden ser desde “que se enfriaaaaaaa” hasta “quereis dejar los p. móviles ya y bajar a cenar copón” acompañados con la presencia generalmente de tu abuela con los brazos en jarras, que acojona más que un león sin comer 10 días.

Entonces empieza la batalla de todos los años: entender que la frase “si como más voy a vomitar” puede llegar a ser literal.

No se cual es el limite de un ser humano comiendo vieiras pero diría que en una cena con mi abuela es fácil de determinar. Para una abuela como la mía, de pueblo y más chula que un ocho, el repetir no es suficiente. Ella empezará a estar conforme con tripitir y aún así te dirá “si no te gusta te frío unos bistecs” o un “te hago un huevo frito”. Porque os prometo que yo esa frase la he oído en mi casa cenando en Nochebuena.

Y dará igual que peses 60 como 140 kg porque para alguno de los de tu mesa estarás comiendo poco y te echará más en el plato y se oirán expresiones como “es que en “dondevives” no hay de esto” o “a saber que comes por ahí” o “come un poco más que si no disgustas a la yaya”.

Vamos que llegará un punto en el que si sacan un embudo y te meten la comida dentro, ni te extraña.

El momento apoteósico es el de los postres. Siempre hay una persona encargada de preparar los postres. En mi caso un clásico que nunca falla es el Panetonne. Con todo lo que eso conlleva… porque al principio habia Panetonne clásico pero a los niños no les gustaba… y entonces se traen dos: el de chocolate y el clásico. Peeeeero también habrá que innovar no? Entonces hay clásico, de chocolate, pandoro, de limón y de coco, que no lo come ni Dios, pero también lo tenemos.

Además no se si lo sabéis pero el día 25 no es el día de Navidad. No. Es el día de las sobras. Por que? Porque ha sobrado DE TODO. Pero niveles que puedes invitar a dos destacamentos de marina a comer y aún así sobraría comida.

Pero ¿que pasa? Que las sobras, son eso: sobras. Las cosas que no triunfaron la noche anterior y que nadie quiso y que ahora se ponen para hacer bulto con otro plato nuevo principal.

Y lo peor del día de las sobras son los platos de los “postres”, que no se preparan porque ya se usan los de la noche anterior. El turrón duro se reblandece e incluso se espaparracha un poco. El Suchard habrá volado y quedarán las p. peladillas que no se que leches pintan en navidad pero que siempre se ponen (yo creo que por decorar). El Panetonne (que solo queda el de coco) se ha puesto duro como una zapatilla y seguirá habiendo peladillas en el plato.

Las peladillas merecen un post propio. Porque ¿quién las come? ¿Se usan para algo más que para decorar o tirar a tus primos pequeños? ¿Alguien ha comido una y no se ha mellado un diente? #lanavedelmisteriotieneaquiunfilon

INCISO PARA L@S MADRES/PADRES DEL MUNDO

Me parece estupendo que compréis turrones alternativos al de chocolate e incluso admito que os lancéis a las novedades tipo yema con anís o ron con pasas. Vale. Sin embargo, ya que hacéis acopio del turrón blando como si lo fueran a dejar de fabricar, sería un detalle bonito, que al final seáis justos… porque el turrón de chocolate que según vosotr@s “solo lo come la niña” al final lo come todo pichi menos “la niña”, la cual al final ni lo ha olido porque no le gustan esas delicatessen rarunas que habéis comprado. Así que, como conclusión: COMPRAD TURRON DE FORMA EQUITATIVA, GRACIAS.

Llegados a estas alturas, donde el omeoprazol/almax/bicarbonato son tus best friends, sólo puedo desearte FELIZ OPERACIÓN POLVORÓN, que básicamente consiste en sobrevivir sin morir por una resaca de comida peor que la que da el Jagger.