Sabéis de sobra que aquí somos pro-caca, confirmamos que las señoras hacemos de vientre y que de princesas tenemos más bien poco, aquí caga hasta el tato y a nosotras nos encanta hablar de ello.

¡Vivan las heces!

 

El caso es que como expertas en cacas que somos, sabemos de sobra que hay situaciones en las que no quieres que se te escuche cagar, esa bella banda sonora que suena like a ‘¡PLOF!’ nos hace vivir tensas durante muchos segundos, incluso minutos. ¿Sabéis de lo que hablo? Esos momentos de incertidumbre en los que aprietas con miedo, en los que le rezas a todos los dioses ‘por favor que no se escuche’, esos instantes en los que dejas de respirar ante el inminente ruido que sabes que sonora like a volcán en erupción.

Pues bien queridas, aquí me tenéis, por fin he llegado yo para daros soluciones, para quitaros problemas de encima, para ahorraros sufrimiento. Con todas ustedas, cinco métodos infalibles para que cuando tu caca se precipite sobre el agua like Pocahontas sobre el río no haga ni el más mínimo ruido:

1. Ponte música o un buen vídeo del Yotube.

Esto es para situaciones caseras, para todas aquellas personas que comparten piso con seres con los que no hay la suficiente confianza como para defecar con naturalidad. En realidad es un método un poco mierder, porque todo el mundo sabe perfectamente lo que andas haciendo dentro del WC, pero hay una norma no escrita que obliga a todo el mundo a hacer como si nada. Todos saben que has cagado, pero tú eres feliz sabiendo que no han escuchado tu PLOP y con eso te basta.

2. Abrir el grifo del agua.

Este también es para situaciones caseras, pero que no son en tu casa. Me explico, si vas a casa de alguien y te excusas para «ir unos instantes al lavabo» pues no te vas a poner la gasolina mientras cagas, la gente flipará y se preguntará que de qué vas saliendo del salón para encerrarte en el baño a escuchar música. En ese caso es cuando abres el grifo, tenemos que ahorrar agua, así que nada de tener ahí la cascada durante todo el proceso, no señora. Cuando veas que te va a caer el zuru, abres el grifo y finges que ya te estás lavando las manos.

3. Tirar de la cadena.

Esta es una técnica que necesita de años de práctica, solo los más másters de la caca pueden llevarla a cabo. La idea es tirar de la cadena justo en el instante en el que vaya a descender el mojón, ya digo, mucha precisión es requerida. Además esta es un poco truño (nunca mejor dicho), porque si tienes muchas caquis pues no funciona, esta es solo para cuando sea una caca única y verdadera, nada de cacas varias de cabra, un único cagarruti rey y señor de tu intestino.

4. Toser y hacer ruidos raros

Mirad, este es el más milenario, el que más tiempo lleva instaurado en nuestra sociedad, el que todo el mundo practica y hace. Chicas, no lo hagáis, de verdad que no. Bueno, si queréis hacedlo, que no os diré yo qué tenéis que hacer o que no y menos caquilmente hablando. Pero es que a mí eso de reírse y/o toser mientras haces cacota pues como que no, yo he estado en el típico baño de centro comercial con siete aseos en fila y una señora toser mientras su caca hacia PLOF y… Nada de nada, los decibelios de su caca eran infinitamente más altos que los de su tos. Si vais a toser y que funcione tenéis que fingir una muerte por ahogamiento y no es plan.

5. Poner papel en el fondo

Esta es mi favorita 4ever, es la que siempre uso y es válida para cualquier situación, dentro y fuera de casa, la vi en una película de la Kristen Stewart, no sé qué peli es, no sé de qué va la peli, no sé ni cuándo ni dónde la vi, solo tengo el recuerdo de ver la imagen de esa genia repartiendo bien de papel al fondo de la taza. El papel frena el zurullo, insonoriza la caída, lo acoge like un bebé entre mantas. Magia pura, best método ever.