Una lectora nos pasó el siguiente pantallazo de una conocida blogger y su tienda de ropa:

 

Una seguidora agradece por stories a la diseñadora la motivación que le ha dado para bajar 17kg. ¿De dónde viene esa motivación? Pues de que las prendas llegan solo hasta una talla concreta (ellos la denominan XXL, pero la realidad es que la más grande que hemos encontrado es la XL que equivale a una 42) , y si quieres entrar en ella y no tienes un cuerpo delgado de forma natural, tendrás que adelgazar si quieres lucir sus modelitos.

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol. La mayoría de marcas que nos rodean no tienen prendas para tallas grandes, y nos guste más o menos son negocios privados y por lo tanto ellos deciden hasta qué talla quieren fabricar y  a qué tipo de público quieren vestir.

El debate viene por el storie en concreto, en el que la diseñadora se alegra de haber servido de impulso y como ella misma dice ‘gracias a mi ropa cambiaste el chip’. El chip de gorda, supongo. ¿Está bien que te enorgullezcas de algo así? ¿Es bueno que nuestra motivación para adelgazar en 2018 siga siendo gustar a un chico o entrar una prenda? ¿Qué nos parecería que Amancio Ortega saliera diciendo que se alegra de que la gente adelgace para entrar en las prendas de Inditex? Si realmente lo importante es la salud… ¿por qué la estética sigue primando por encima de todo?

Reflexionemos.