Es verdad, hasta que vi a Rosalía y Bad Gyal llevando uñas de gel con toda su molonidad nunca -jamás- me había planteado llevar las uñas largas porque qué puta grima, careeeenios. Podéis llamadme fan girl, arribista o lo que queráis, lo asumo, no me escondo y reconozco que con los chándals me pasa lo mismo. Y es que -¡Ay, amichis!-, desde que trap (y derivados) llegó a mi vida, todo ha cambiado. Ahora me parecen pura fantasía y cuanto más mamarrachas mejor. Llevaba meses queriendo probar algo parecido sin dejarme 60 pavos -aprox- para a lo mejor no aguantar ni dos días porque manejarse con eso es un deporte de riesgo.

Pues bien, hace unos días que se se celebraba la Gordicon y  la gente de Primark (eternamente agradecida) nos obsequió con un set maravilloso de cositas de Halloween entre las que se encontraba un set de UÑAS POSTIZAS ASÍ CON EFECTO METÁLICO-GASOLINA. Yo living, claro. Creo que tardé dos horas máximo en pedirle a Mire que me las pusiera. No aguanté ni 24 horas con ellas intactas y asumo que no es lo mismo algo que se pone con pegamento, que unas uñas de gel bien hechas, pero estas fueron mis impresiones después de la experiencia:

  • Es una sensación muy extraña a la que creo que podría llegar a acostumbrarme. De pronto tienes las manos súper estilizadas y no puedes parar de mirártelas.
  • Te puedes pasar horas mirando para tus manos y creyéndote una diva de la música (o de lo que sea) mientras mueves muchos los dedos y trá trá.

  • También vas a tocarlo todo haciendo bien de ruido porque da mucho gustito.
  • Si eres fumadora de tabaco de liar como yo (sí, fatal) vas a descubrir que el drama para liarse los pitis es real.
  • Si no usas esponja, lavarse el parrús es un poquito complicado. En cambio, lavarse el pelo es lo más.
  • Dicen que limpiarse el culo después de defecar tampoco es fácil. A mí no me dio tiempo a tanto y con el pis no tuve problema la verdad. Eso sí, tirar de la cisterna es un show porque te da la sensación de que te vas a dejar la uña ahí clavada o algo peor.
  • Escribir en el móvil a una velocidad normal es IMPOSIBLE. De repente te has convertido en tu madre y empieza a ser más fácil comunicarte con emojis y algún audio. Y ojito con tener alguna APP de ligar, que estoy segura que con uñas largas se te escapan los likes sin querer.

  • Para usar un ordenador necesitas un máster de la Juan Carlos I como mínimo.
  • Puedes clavarte cosas en las uñas para hacer el idiota y eso SIEMPRE ES BIEN.
  • Los perretes lo gozan con los rascados con uñas postizas. Los gatetes supongo que también pero justo no coincidí con ninguno.
  • Abrocharse y desabrocharse los pantalones al principio regular, pero lo de ponerse el sujetador es tan imposible como escribir en el móvil.

  • Hay otras movidas de la vida cotidiana que se complican, pero tus uñas son tan preciosas que mira…
  • Sí, la paconada de hacer como que te rascas la orejita por dentro la vas a hacer fijo.
  • Cuando se te empiezan a despegar te da la sensación de ser la protagonista de una peli gore de torturas. No duele pero impresiona.
  • Y cuando por fin te las has quitado todas notas que tus uñas originales se han quedado chuchurrias, blandurrias y todo el drama. Pero no sufras, en unos días se recuperan chachi.

Amigas que lleváis uñas postizas de verdad y no solo por las risas: os admiro mucho y me dais envidia a partes iguales. Creo que este invento no está hecho para mi por mucho que me apasionen (aunque es probable que repita experiencia… muehehehe!).

En la foto de portada mi amada Bad Gyal (internasionali, internasionali).