Eres una cerda.

¿Vas así y luego decís que os violan?

¿Eso qué es, una falda o un cinturón?

Pero si eres una estrecha, anda calla si pareces una monja.

Y el último, del juez de menores Emilio Calatayud: las niñas actualmente se hacen fotos como putas. 

Llevamos años, qué digo años, toda la vida, aguantando todo tipo de comentarios sobre nuestro aspecto, nuestras capacidades, nuestro look, nuestra talla, nuestro peso, nuestro oficio… Da igual que seas abogada, profesora, diseñadora, presidenta del gobierno (¡ups! en España no ha habido ninguna) o ama de casa; al final te van a criticar. ¿Sabes por qué? Porque eres mujer.

Eres mujer, pero que no se te olvide que eres libre. Y que tienes que hacer oídos sordos a toda esa gente, no digo hombres, GENTE que pretende achicarte. No les hagas caso, callemos esas bocas, unámonos todos. Solo pido respeto y tolerancia. Y que, por favor, se nos reconozca de una vez por todas.

Natalia Ferviú

Cámbiame (18/10/2017)

Todo esto lo dijo Natalia Ferviú, entre lágrimas (y con su flequillo siempre perfecto), hace un par de horas en Telecinco a raíz de un cambio de look que le hizo a una chica que trabaja como gogó. Ya os imagináis por donde van los tiros. Gogó = putilla. Efectivamente.

No es la primera vez que Natalia alza la voz para defender la libertad de las mujeres en un programa de televisión que ven familias enteras a la hora de comer (hace un par de días se quejaba del uso machista del lenguaje). Tampoco es la primera vez (ni será la última) que se emociona reivindicando lo que para ella (y para muchas) es obvio. Cámbiame se ha convertido en su altavoz para denunciar determinadas actitudes machistas y mola que pueda ser un referente para las jóvenas. Porque es cuqui pero peleona y, encima, no tiene miedo ni de las críticas, ni de llamar la atención.

Aunque no siempre esté de acuerdo con todo lo que plantea (o en cómo lo plantea mejor dicho, aquí tenéis un artículo de una vez que no me gustó nada lo que dijo), me parece importantísima la labor divulgativa que realiza, porque naturalizando este tipo de discursos de empoderamiento femenino, es como el mensaje puede llegar a instalarse en la psique común (empezando por la de la juventud). No tengo muy claro cómo funciona el mecanismo, si es que todo lo que llega a la televisión se convierte en mainstream o, si por el contrario, lo que llega a la televisión ya es mainstream por sí mismo, pero considero que es muy positivo que se hable de este tipo de cuestiones en un medio que siempre se ha caracterizado por cosificar la imagen de la mujer. Y que lo sigue haciendo, claro. Es probable que durante un periodo de tiempo convivan estas dos realidades y que nos volvamos un poco loquers con tanta contradicción, pero en este proceso el mensaje seguirá calando hasta conseguir la igualdad real (¡ojalá!).

Por eso nos gusta tanto escuchar la voz de una mujer soltando proclamas feministas (por blancas que sean) en un espacio televisivo que llega a tanta gente. Porque, además de ayudar a despenalizar el movimiento (no, las feministas no usamos escobas -por ahora-, ni nos comemos a los hombres -qué indigesto, joder-), son nuevas referencias femeninas que denuncian el sexismo y la desigualdad. Y como siempre digo, todo suma.

anigif_enhanced-buzz-30476-1410398817-4