Sí, me enrollaba con mi cuñado antes de conocer a mi chico y cuando mi cuñada se enteró, montó en cólera.

Conocí a mi cuñado siendo casi una cría, que mi mejor amiga fuera preciosa era genial para conocer chicos, alguno, por descarte, caía. Ella estuvo con un amigo de él, no duró nada aquello, nos perdimos la pista y nos volvimos a encontrar unos años después y nos liamos de vez en cuando. También salíamos solo como amigos, en realidad teníamos una buena relación y nos contábamos cosas, él se enrollaba con otras, yo con otros, todo tan normal.

Una noche pasado ya mucho tiempo coincidimos por ahí, era el cumpleaños de su hermano, me lo presentó, saltó la chispa y en menos de un mes estábamos saliendo formalmente y hasta ahora. Por supuesto, se lo contamos, es que joder, a ciertas alturas y edades en la vida, eso de no tener pasado es complicado, lo aceptó sin más.

Un par de años y muchos, muchísimos rollos después, mi cuñado nos presentó a su novia. Nos lo tomamos a coña evidentemente y mi frase fue no engañes a la pobre chica que te va a durar lo mismo que el resto y todos lo sabemos. Siempre había sido un pieza, las cosas como son.

De primeras tanto a mi mejor amiga (que también se había liado con él) como a mí nos cayó fatal la pobre, para que nos vamos a engañar, altiva, prepotente y pedorra. Para una vez que parece que se echa novia estable, y con la de chicas majas a las que había mandado a pastar, nos pareció una elección regulera.

Total que en un cumpleaños, borrachos todos, a mi amiga y a mí nos dio por sincerarnos en un momento de debilidad etílica y entre risas, esperando un abrazo de unión, se lo soltamos. Que las dos nos habíamos enrollado con él, las conversaciones de baño a veces las carga el diablo, las copas no, esas entran solas. Tampoco es que me arrepienta de habérselo dicho, porque nunca me he arrepentido de haberme enrollado con mi cuñado, todos tenemos un pasado.

La señorita se lo tomó fatal, imaginaos el espectáculo, mi amiga llorando arrepentida de haber desvelado nuestro secreto, yo flipando porque no entendía la desmesurada reacción de la novia ofendida. 

Los ojos de ella rozaban el rojo sangre, como una loca chillaba y empujaba a mi pobre cuñado. Llegados a este punto ya me dio la risa y fue peor claro, su mirada me sentenció de por vida, menudo disgusto. Me llevé mi ración de insultos e improperios bajo la atenta mirada de mi chico y su hermano, que paciencia, las amenazas de que se lo iba a contar a nuestra suegra fueron lo mejor de la noche.

De verdad que pensaba que nuestro plan de crear un vínculo saldría bien, pero no fue así. El pobre se la llevó resignado del garito, supongo que a hacer las paces, sexo mediante, sabedora de sus artes, no tenía dudas de que lo arreglarían.

La resaca del día después fue casi tan arrolladora como el subidón, al resto casi se nos había olvidado el tema, pero ella seguía empeñada en borrar el pasado de su novio, si solo supiera como…

Nuestra relación siempre fue tirante, tirando a nula y falsa por supuesto, ante el resto de la familia ella se comportaba de forma maravillosa y perfecta y luego me caían unas miradas que me daban mucha risa. No tardé mucho en ignorarla, a ella y al resto.

La parte mala claro, es que perdí a mi cuñado, del todo, ella se encargó de arrancarlo de su entorno, y de todos sus amigos de siempre, una pena. Él parecía feliz, lo poco que nos veíamos, de cara a la familia ella era la buena y yo la mala.

Pensaba que esa relación no iba a llegar muy lejos, pero me equivoqué y a día de hoy siguen juntos y casi no tenemos contacto con ellos. 

 

Anónimo