¿Os acordáis de esas tardes al salir del colegio? El parque en ese entonces era de colores. Flores, niños corriendo de un lado a otro. Las batallas de agua el último día de clases. Nunca supimos que el último día que íbamos a jugar fuese a ser el último de todos. 

Es increíble como a día de hoy seguimos juntas, si tengo que nombrar la de cosas o sucesos que nos han unido, no sabría por dónde empezar. Lo común nunca ha sido para nosotras, cada una distinta, a su aire pero siempre juntas. ¿Quién iba a decirme a mí que viviríamos las mejores aventuras juntas? La mayoría de gente pierde el contacto, se enfadan, se dejan de hablar, pero nosotras no contamos con esas opciones. 

Los años nos han hecho hermanas. Se podría decir que las tres mellizas nos envidian. Recuerdo las veces que nos enfadamos por estupideces, qué tontas fuimos. También me pongo a pensar en esos años en los que nos íbamos con la clase de acampada, que recuerdos aquellos cada vez que la liábamos tan solo para pasarlo bien. Son momentos inolvidables que no los cambiaría por nada.

En verano recuerdo las tardes en la piscina, estábamos horas hasta que se nos arrugaban las manos. Ojalá hubiese una máquina para volver atrás y vivir de nuevo esos momentos junto a vosotras. Hemos pasado tanto tiempo juntas que se me hace inalcanzable la idea de no estar a vuestro lado. Os voy a dar una lista por la que brindar por nuestra amistad, una lista de cosas que nos ha unido.

Por nuestras risas inacabables. Cada vez que acababa una a reír luego empezaba otra. Nunca había silencio en la habitación. Tontería que soltábamos risa que nos echábamos. 

Por cada pelotazo que nos han dado en el patio, aunque siempre recibía la misma. Eran momentos graciosos y difíciles de contener la risa, pero por cualquiera de nosotras se tenía que hacer un esfuerzo.

Por  cada momento difícil en nuestra vida. Hemos llorado juntas y así seguirá siendo. Apoyándonos y aconsejándonos. 

Por cada quedada en la que nos poníamos a cantar por la calle como si nada de lo que estaba a nuestro alrededor existiese. Sin importar quién y cómo nos juzgaban, 

Y por último por todos esos abrazos, recuerdos, alegrías y tristezas que hemos pasado juntas. Gracias a vosotras, por todo lo que me habéis dado cada día. Por proporcionarme alegría día sí y día también. Por estar a mi lado cuando más os he necesitado y por darme la seguridad de que siempre vais a estar allí. 

Julia Sotomayor