Seguro que sería más viral un post hablando de lo xungo que es el matrimonio. Pero es que ya sois como de mi familia, y no puedo mentiros: Estar casada mola.
Gran parte de mi juventud la pasé imaginando La Boda Perfecta (que fue un súper dramón, por cierto) pero nunca caí, ni siquiera en pensar, cómo sería mi vida después de ese día.
Estar casada significa formar parte de un equipo, de un buen equipo, para ser exactos.
Y como buena scout que soy, quiero compartir con vosotras mis trucos, tips o consejos (hablando claro, leñe) de cómo hacer que funcione:
- Respect, baby. Tu pareja no gira a tu alrededor, igual que tampoco lo hace el mundo (aunque a veces nos gustaría, I know it). Así que respeta sus tempos, sus malos días y su espacio.
- Habla, habla y habla. La comunicación es la clave. No somos adivinos. No podemos imaginar lo que le pasa por la cabeza a nuestra pareja. Pregúntale y explícate. Así, evitareis muchas discusiones de estas que desgastan, y que tú y yo sabemos, son una absurdez.
- Cede. No se trata de ganar o perder en una discusión. Siempre y repito, SIEMPRE, la mejor opción será la de consenso. Así que olvídate de salirte siempre con la tuya.
- Perdona tus errores, los suyos y los vuestros. Y cuando lo hayas hecho: olvida y pasa página de verdad. Si no lo haces, siempre saldrá “eso” en cada discusión que tengáis.
- Empatiza. Ponte en su lugar. Ya puedes haber vivido un día entero en el infierno qué cuando llegues a casa, los problemas se deben quedar en la puerta. Él no tiene la culpa, y no tiene por qué pagar los platos rotos.
- Evita la perfección. No seré yo quien te descubra que la perfección no existe. Ni en la vida, ni en la pareja. Además, ser imperfecto es mucho más real.
- Mímala. Quererse no es suficiente, las relaciones también necesitan cuidados. Re enamórate un poco cada día.
*Mi truco personal: una cita semanal. En nuestro caso: la cita del jueves. Pase lo que pase ese día nos arreglamos y nos vamos de cena. Hablamos de planes, de sueños, de miedos… ¡una cita romántica, vaya¡
- Abre tu mente. No sabes hasta dónde puede llegar tu relación, cómo evolucionará o que caminos explorareis juntos. ¡Así que open your mind!
- Acepta el cambio. Igual que vas madurando y cambiando al largo de tu vida, también lo hará tu relación. Acepta que no va a ser siempre la misma. El cambio es lo único que no cambia.
- Diviértete. No dejes los planes molones solo para las amigas. Tu pareja puede ser el mejor partner in crime y el best plan ever. ¡Palabra!
Y hasta aquí mis matriconsejos de hoy. No todo será purpurina, y habrá días que estarás hasta los ovarios de todo el mundo, incluso de tu marido.
Pero créeme que, si lo encuentras y logras hacer que funcione, tendrás magia de la buena en tu vida.
