Estoy casi segura de que prácticamente todos hemos visto estos días una noticia en la que se habla de los ‘buzones para abandonar niños en EEUU’. La imagen de ese bebé solo en aquel cajón similar a un horno es totalmente desgarradora. Y la realidad también lo es, pero si nos paramos a pensarlo, ¿hay que poner el grito en el cielo ante esta iniciativa?

Como madre que ha deseado serlo desde el minuto cero, jamás podría plantearme ese momento de dejar a mi hijo abandonado en un pequeño buzón. Pero como mujer empática que intenta comprender las dificultades de los demás, no puedo más que aplaudir a la asociación ‘Safe Haven Baby Boxes por seguir adelante con su proyecto a pesar de las críticas.

Puede que únicamente sea debido a la velocidad de la información en la actualidad, pero personalmente tengo esa impresión de que cada día se producen más infanticidios y atrocidades contra bebés recién nacidos. Mujeres que en absoluto están preparadas o en situación para ser madres que por el motivo que sea han llevado adelante su embarazo, y de pronto se ven con una criatura que depende de ellas. Personas que claramente tiene un problema brutal que sobrepasa la normalidad. ¿Por qué no darles una opción más contra tanto dolor?

A todo esto debemos sumarle que la sanidad en EEUU es privada, por lo que practicar un aborto sin contar con un seguro médico en condiciones no es algo que se pueda permitir cualquiera. Eres joven, sin recursos, sin apoyos y de repente te encuentras con un pequeño al que no puedes dar lo que merece. El abandono de niños es totalmente ilegal en este país (por suerte) aunque sí que se contempla la excepción con la ley de ‘refugio seguro’, que acepta la renuncia al pequeño siempre que se haga en un espacio fiable.

Y aunque su apariencia sea fría y tétrica, estos compartimentos son francamente seguros. Con sensores de temperatura que adaptan el ambiente a la necesidad del bebé y una alarma instantánea que hace que los servicios de emergencia se personen en menos de cinco minutos. Es duro, por supuesto, pero su objetivo es ni más ni menos que salvar vidas.

¡Pero dónde vamos a llegar! Dejando criaturas en cualquier esquina…‘, de las críticas que más he escuchado estos días en torno a este asunto. Muchos parecen haber olvidado que ya en la Edad Media existían tornos en los conventos donde las mujeres podían abandonar a sus hijos con total anonimato. Y cabe destacar que actualmente otros países como Alemania o Corea del Sur también cuentan con este sistema.

Es impactante y hace pensar ante todo en lo difícil que tiene que ser para una persona desprenderse de un bebé de este modo. Ese momento en el que optas por acercarte a ese pequeño buzón para que tu hijo tenga algo mejor que lo que tú puedes darle. No es de mujeres egoístas, es el extremo opuesto.

Desde Safe Haven Baby Boxes informan que desde 2008, año en el que se puso en marcha este proyecto, se han acogido ya 131 bebés. 131 criaturas que han tenido una segunda oportunidad para ser felices y salir adelante. Se dice pronto, ¿verdad?

Frente a la frialdad de toparse con un buzón para bebés en cualquier esquina de la calle yo me quedo con el aspecto positivo de salvar vidas inocentes.

Ojalá esta iniciativa llegase a muchos más países. Ojalá el mundo dejase de criticar proyectos que salvan vidas. Ojalá fuésemos todos más empáticos.

Mi Instagram: @albadelimon

Fotografía de portada