Si las mujeres nos ponemos de acuerdo en hablar de situaciones absurdas que a todas (o casi todas) en algún momento hemos vivido, esta puede ser sin dudas una de ellas.

Hablo ni más ni menos del “mansplaining”, para la que no conozca, es el nombre que se le da cuando,  ante una situación determinada un hombre siente la necesidad de explicarle a una mujer, de forma condescendiente y paternalista, la situación.

Esto es muy frecuente sobre todo en el entorno laboral, pero también se amplía a todos los aspectos de la vida.

NOTA ACLARATORIA: Este hecho es muy concreto, es cuando un hombre da por hecho que sea el tema que sea, tú por ser mujer, independientemente de tu formación o tus conocimientos sabes menos o no sabes directamente.

Está claro que a todos hombres o mujeres nos han corregido en algún momento o nos han aclarado algo que no sabemos, o el típico cuñado o cuñada de la vida que todo lo sabe, pero en este caso en concreto se habla de un aspecto muy especifico.

Yo soy partidaria de que si un hombre me explica algo como si yo fuera tonta o supiera menos, yo le debo explicar en el mismo tono que lo que él está haciendo es absurdo, y todos ¡tan amigos!

Bien, pues una vez que tenemos el término aclarado, aquí os traigo una serie de situaciones que algunas mujeres han compartido conmigo o alguna que otra que me ha pasado a mí misma.

“Trabajo en una tienda erótica desde hace años, pues un señor estuvo más de 20 minutos explicándome el funcionamiento de los vibradores que tenía expuestos y por supuesto cual de todos era el mejor para la mujer, y para terminar me dio una lección de otro tanto rato sobre la importancia del clítoris y como usarlo (cuando yo le había contado exactamente lo mismo un rato antes).”

“Un día estaba en el parque tranquilamente sentada en un banco con mi bebé en brazos, cuando un señor se sentó a mi lado y sin saber muy bien como, empezó a explicarme a mí los dolores del parto y la mejor forma de llevarlos, no le enseñe mi episiotomía de milagrito”

“Un tío de mi oficina consideró que era totalmente necesario explicarme cómo funcionaba la grapadora

“Una vez estaba en el supermercado comprando compresas, se me acercó un señor de más de 70 años y me empezó a decir que como las compresas de antes ninguna que las de ahora eran mucho más incomodas, ¡que sabré yo!”

“Un chico se tiró literalmente más de 30 minutos explicándome como funciona mi regla y como hay que colocarse correctamente la copa, cabe decir que además de ser ginecóloga llevo usando la copa más de 10 años y la información que él me estaba dando era errónea”

“En la oficina tenemos un programa bastante sencillo para llevar todas las transacciones de la empresa, hay un compañero que cada dos por tres viene a preguntarme si se hacer tal o cual cosa en ese programa, a pesar de decirle que sí, siempre termina explicándomelo, como dato curioso yo llevo 10 años en esa empresa y el 6 meses”

“Una vez iba a echar líquido anticongelante a un coche, y antes de que pudiera hacer nada vino un amigo a hacerlo porque según el yo no sabía, le tuve que parar porque iba a echarlo en el depósito del líquido limpiaparabrisas”

“Un tío trató de explicarme un ejercicio con pesas, cabe decir que soy campeona de fitness y que el tipo en cuestión lo estaba haciendo MAL”

“Trabajando en una ferretería me tocó discutir con un hombre, porque insistía en pedirme un producto que no existía, por más que le intentaba explicar que eso que el quería debía tener otro nombre no hubo manera, me hizo llamar a mi JEFA, la cual le respondió exactamente lo mismo, al final se fue refunfuñando que ya se iría a otra tienda”

“Soy ingeniera, y trabajo en un proyecto donde solo tengo compañeros hombres, pues mi jefe se empeña todos los días en explicarme cosas absurdas y obvias que sé desde primero de carrera, eso sí a mis compañeros no les dice ni mu”

“Hablando un día sobre violaciones y cómo de alarmantes eran las cifras, un compañero del trabajo empezó a decir que en las cárceles se viola mucho más a los hombres, cuando le explicamos que eso sigue siendo violencia ejercida por HOMBRES casi le explota la neurona”

“Un día no sé como salió el tema en el trabajo y comenté que era lesbiana, tuve a mi compañero dos días explicándome cómo el sexo lésbico no cuenta como sexo porque no hay penetración, me hizo hasta un dibujo”

La verdad que la paciencia que podemos llegar a desarrollar las mujeres en ocasiones es fascinante, y a ti ¿te ha pasado esto en alguna ocasión?