¡Marty McFly! ¡TE NECESITAMOS!

Estoy nostálgica. Serán las fechas, será la regla, será que me acerco a los 40 o será que el otro día descubrí que Playmobil tiene el Delorean de “Regreso al futuro”. Peliculón de la infancia. Si no la conocéis es que sois demasiado jóvenes y os odio por ello (naaá… es broma… pero no me lo digáis a la cara o desatareis a la bestia). 

Regreso al futuro es una saga de pelis en las que un chaval de instituto pasa el rato con un señor mayor de dudosa reputación. Esto hoy en día sería impensable. Pero olvidémonos de este detalle. Es un chico que viaja en el tiempo y conoce a sus padres de jóvenes y su madre se enamora de él… Vale, ya vamos pederastia e incesto… Mejor dejamos de hacer el repaso.

Lo importante de Regreso al futuro es que nos hizo a todos pensar en el futuro y en qué cambiaríamos del pasado y cómo creíamos que eso influiría en el presente. O lo que es lo mismo: nos hizo fliparla mogollón. Con ese carrazo futurista… con esos patinetes voladores… Pero… ¿Y si nos hubieran enseñado entonces, hace más de 35 años, la realidad de nuestro presente de hoy? 

Imaginemos…. El Delorean en vez de funcionar con un condensador de fluzo, habría sido un coche eléctrico. Aunque lo más probable es que hubiera atropellado a Doc o a su perro Einstein al aparecer de repente y sin hacer ruido. No sé… a mí me molaba más la idea de los coches voladores. 

Habríamos flipado con que un aparatejo llamado Alexa nos hiciera de mayordomo. ¿Que tener un móvil cada humano fuera imprescindible? Ni pensarlo…. ¿Que la gente se comunicara más por redes sociales que en persona? ¿Redes qué…? Estás flipando. No te digo yo que no hayamos evolucionado hacia algo inimaginable hace años y que la vida no haya cambiado más que el fondo de armario de una influencer. Pero es que yo de pequeña me esperaba, además de los coches voladores, que a estas alturas fuéramos vestidos de papel de aluminio, nos comunicáramos por telepatía, comiéramos capsulas de colores, que los conocimientos se implantaran en el cerebro como quien se hace un TAC y que mi casa de veraneo estuviera en la Luna. Marte no… no hay que pasarse… eso era para mis nietos. 

Por eso te suplico Marty McFly… ¡VUELVE! Regresa a este futuro y cambia lo que tengas que cambiar para que los coches vueles, los océanos no sean un vertedero, el poder no corrompa, la gente se mire a la cara, las mascarillas desaparezcan, y ya de paso… le digas a mis yos pasados: estudia informática, invierte en Amazon, la burbuja inmobiliaria no es de jabón, no te hagas un tattoo en la trastienda de un bazar, a Félix si le dejas mejor, el naranja para el pelo mal, la raya del ojo blanca nunca, las pipas enganchan, a la boda de Laura llévate zapato plano, los bizcochos a 180º y sin abrir la puerta, Promod va a cerrar así que gasta ya ese vale que tienes, para marzo de 2020 ten papel higiénico comprado, y…  Vale, igual son demasiadas cosas…  Dejemos algo a la improvisación y ya iré viendo yo cómo me las apaño. Pero por favor Marty, no te olvides de lo de Amazon.

Marta Toledo