Si cuando hablan de rivalidad y bandos, piensas en la guerra, o a las malas en los partidos Madrid-Barça; al convertirte en madre descubrirás que la auténtica rivalidad está entre las progenitoras: si das el pecho o biberón, si porteas o llevas al niño en carrito, si eres de escuela tradicional o Montessori, si te reincorporas al trabajo o decides quedarte en casa, si tu maternidad es «Pinterest» o no… Y como cualquier corriente, estas posturas se reflejan claramente en Instagram, donde podemos seguir a usuarias que muestran su vida de una u otra forma.

Cada uno refleja en su galería lo que quiere. Hay quien apuesta por mostrar el día a día de la vida de sus peques sin edulcorantes (camas deshechas, salones sin recoger…) y hay quien quiere que su espacio sea un diario más estético y muestra actividades y decoraciones con otro tipo de fotografías. Pues bien, mi última sorpresa en materia de maternidad ha sido que cuestionen si al no reflejar lavadoras, mocos y salones en caos mi maternidad es menos real.

Y esto me hace preguntarme, ¿acaso una galería refleja nuestra vida al 100%? Y no me refiero solo a cuestiones maternales. Igual que dentro del mundo de las fashionbloggers hay quien sube fotos sin preocuparse de elegir el mejor ángulo o la mejor luz, hay quien estudia cada detalle. ¿No hay hueco para ambos mundos sin que uno merezca ser más verdadero que otro? Que una fotografía esté preparada y una casa recogida no implica que no haya noches sin dormir porque el heredero tiene fiebre, no quiere decir que no haya días en los que no hayas sacado ni un hueco para ducharte o no te hayas tenido que cambiar antes de salir porque alguien te haya vomitado encima. Personalmente, para ver cosas escatológicas ya me quedo con las de casa, de ahí que no las necesite en mis redes sociales y prefiera ver y enseñar otro tipo de actividades, mensajes, decoración o inspiración; de ahí que cuando alguien usa un «como mi maternidad no es Pinterest…» para hacer más real la suya me enerve sobremanera. ¿Por qué desprestigiar otra opción para defender la tuya?  ¿Por qué no entender que ambas coexisten y crian niños por igual?

No hablamos de endulzar la maternidad, sino de que se puede hablar de todo sin que te acusen de no haberlo vivido por no reflejarlo en una foto. Una imagen vale más que mil palabras, pero éstas pueden usarse para describir una realidad. Os animo a que encontréis la maternidad que se adapta a vosotras, la que os hace sentir realizadas; pero sobre todo, a que confiéis en vuestra intuición y vuestra decisión sin que las opiniones externas os afecten. Al fin y al cabo, igual que os contaba que a mí la maternidad no me define (como opción personal), ¿qué pasa si a ti sí? La maternidad es demasiado difícil como para convertirla en una competición.