Después de varios intentos de encontrar a algún ser medianamente normal y que  no quisiera únicamente mojar el churro en apps tipo Tinder, yo como la chica inocente que soy, decidí descargarme una app de ligar pero para gordos (si, así lo busque en Google),  pensando que ahí encontraría a alguien que por lo menos me entendiera un poquito y empatizase con mi realidad. Peeero me equivoqué, vaya si me equivoqué.

No había demasiada oferta como para ponerse exquisita así que empecé a hablar con un chico.  Era educado, simpático y con muy buena conversación, o eso me pareció en ese momento; empezamos a contarnos nuestra vida, la música que nos gustaba, lo típico vaya y me di cuenta de que no teníamos nada en común. Pero pensé, los polos opuestos se atraen y todas esas mierdas…

Y ahí comenzó mi gran error. En ese momento hacía muchísimo tiempo que no hablaba y mucho menos tonteaba con ningún ser del género masculino, por eso lo único que quería era gustarle, así que comencé a hacer lo que nunca se debe hacer… intentar ser una persona que no era por agradarle… aunque empecé a ver cosas que no me gustaban, había momentos en los que me presionaba, me manipulaba y yo era muy consciente de eso, pero me daba miedo que el único hombre que me había prestado atención en 5 años dejara de hacerlo.

Me ahorraré los detalles pero pasé cada día de los siguientes tres meses esperando que me hablara, mendigando una simple conversación, haciendo cosas que a él le agradarán para tener algo de lo que hablar. Dejé de poner emoticonos en WhatsApp  porque a él no le gustaban, deje de usar palabras que me dijo que no le gustaban, todo por gustarle a una persona sin darme cuenta de que soy yo la que se debe gustar cada día más.

Y después de llevar muchos años sintiéndome mal conmigo misma, odiando mi reflejo en el espejo, llegó el día, después de llevar una temporada sin que él me hablara aprendí la lección más importante de mi vida: no tengo que ser lo que otros quieren que sea. No debía esperar a que un hombre me prestase atención para ser feliz. Soy yo misma la que debe ser feliz cada día sin depender de nadie más.

 

ANÓNIMA

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