Soy una cabra loca, desde siempre. A mí no ha habido quien me frenara nunca, jamás. Estudié criminología, pero trabajo para una empresa de parques de atracciones desde que soy mayor edad. Empecé a media jornada y a día de hoy soy la gerente allá a dónde me mandan, porque mira que me mandan a sitios.

He estado viviendo en Madrid, Barcelona, París, Sidney, Londres, Roma, San Petesburgo, Damasco, Ciudad del Cabo y ahora en Dubai. He viajado como nadie, he ahorrado mucho y siempre he sido feliz, mi trabajo me hace feliz. Tengo un puesto bastante gordo en la empresa, mis jefes confían muchísimo en mí y lugar que creen que necesita un empujón, allá me mandan.

Yo soy de una ciudad costera de Alicante, salí de allí con 18 años y no he vuelto nunca durante más de 15 días, es todo lo que aguanto allí. Tengo el mismo espíritu que cuando tenía 20, la verdad. Sigo sin querer pareja, hijos o estabilidad vital. Me encanta moverme, conocer nuevos lugares, nuevas personas, nuevas culturas. Me encanta empezar de nuevo, no le tengo miedo a los cambios, de hecho me enganchan, rollo droga.

El caso es que acabo de cumplir 35 así, sin darme cuenta. No sé cuándo ni cómo ha pasado, pero ha sido como una hostia fresca, una buena torta en toda la cara, un golpe que me ha sacudido el cuerpo entero. No creáis que de repente quiero tener todo lo que nunca he tenido, me encantaría seguir como hasta ahora hasta jubilarme, para luego seguir haciendo lo mismo, lo único que sin tener que echar más de ocho horas diarias al curro. Me dedicaría única y exclusivamente a ver el mundo.

El trabajo me gusta muchísimo, pero Dubai no tanto. Esta ciudad es tan cosmopolita como superficial, aquí la gente se diferencia muchísimo, los estratos sociales están super marcados, las diferencias de clases están a la orden del día y eso no me puede gustar menos. De todos los países en los que he vivido es el que menos me está gustando, me volvería a Siria con los ojos cerrados, así os lo digo. Pero el sueldo, joder el sueldo.

Estoy ganando muchísimo dinero, puedo ahorrar como una cabrona y encima mantener a mis padres. Mis padres. Mi señor padre se quedó en paro con 54 años por un accidente laboral, jamás estuvo dado de alta y ya no lo volvieron a contratar en ninguna parte, así que mi madre a sus 59 empezó a buscar trabajo y para sorpresa de todos, lo encontró. ¿El problema? Que su sueldo eran 400€ al mes.

Pues os imagináis el panorama. ¿Cómo dos personas sobreviven en España ganando 400€ para los dos? Es imposible. Pero bueno, mi casa siempre ha estado bañada por el amor y el buen rollo. Mi madre dejó de ser ama casa de buen gusto y mi padre aprendió a hacer la comida, limpiar, coser y poner lavadoras. Deberíais probar su lasaña, qué lástima que no fuera él el rey de la cocina desde el principio, la verdad.

Tuvimos tiempos difíciles, pero gracias a que yo me he ido fuera y hago mucho dinero todo ha estado siempre bajo control. El caso es que ahora he vuelto, por Navidad, como el turrón. Me quedo aquí una semana, no volvía desde hace casi un año y… Joder, casi se me para el corazón.

Mi madre está mayor, está muy mayor. Tiene 70 años y mi padre 65, pero parece que ella le saca casi veinte años. No digo que él esté hecho un chaval, pero de verdad que no hay color. Mamá ha envejecido muchísimo y yo no sé cuándo ha pasado eso, cuándo me lo he perdido. Quizá si hubiera estado aquí viéndolos día a día no hubiera notado nada, pero mi madre en un año se he echado encima una década y joder, no entiendo nada.

No le he dicho nada por supuesto, es que qué le iba a decir de todas formas. ‘Mamá, estás muy vieja, ¿qué te está pasando?’ Pues como que no es plan, pero no dejo de pensar, no dejo de darle vueltas. No dejo de sentir que le queda poca vida y que yo no la estoy compartiendo con ella. Encima justo hoy he visto el maldito anuncio de Ruavieja y para qué queremos más.

A día de hoy cobro casi 7.000€ al mes, por trabajar en un parque de atracciones. Sí que es verdad que el alquiler me cuesta casi 3.000€ (podríais flipar con le nivel de vida de Dubai), pero yo me organizo y me da para que vivamos los tres comodísimamente, yo allí y ellos aquí, pero no dejo de pensar que quizá el dinero no lo es todo.

No dejo de pensar que quizá debería volver a casa, pero de verdad, por una temporada larga. Estar con ellos, vivir con ellos, vivirles a ellos. Pero aquí no hay trabajo y, si lo hay, desde luego que no con las condiciones que tengo ahora mismo. Yo aquí me ahogo lo sé, siempre lo he sabido, he sido incapaz de mantenerme quieta en un sitio, pero ahora siento que les pierdo y no quiero, no puedo, no sé.

Sé que no es una decisión fácil, pero supongo que os escribo para ver qué haríais vosotras en mi lugar, qué haríais si supierais que en un lugar no podéis ser felices, pero que sentís que os estáis perdiendo algo precioso. Qué haríais si estuvieseis en mi lugar, qué haríais si fuerais yo.

 

Anónimo