¡Ay los perros! Esas criaturitas tan monas incluso siendo de 20.000 razas a la vez, ellos tan intensos, tan babosillos, tan fieles, cariñosos, inocentes…¿tienen algo negativo los perros? Jamás. Te pueden gustar o no, vale. A mí me gustan por mí, por ti, por el vecino, por su prima, su tía… ME ENCANTAN LOS PERROS.

Es imposible no ir por la calle e ir tocando todos los perros que se me cruzan en el camino, me da igual que estén sucios, que me baboseen entera, que sean PPP o cualquier otra condición que lo rodee (excepto perros guía que son intocables). Me acercaré a toquetearlo siempre que tenga oportunidad.

Solo hay una situación en la que me incomoda tocar un perro: que su dueño esté muy bueno. Dicen que con los perros se liga mucho y yo no quiero que nadie confunda mis intenciones porque por muy requetebueno que esté el dueño a mí lo que me interesa es el perro. Si llevo chuches en los bolsillos (porque yo también tengo perro) no dudo en compartirlas con perros ajenos y así que me quieran un poquito más aunque solo sea en ese momento puntual de nuestras vidas en el que nos encontremos y nunca jamás nos volvamos a ver.

 

No entiendo a la gente que no le gustan los perros, ellos nos quieren gordas, con granos, sin maquillaje, con el pijama del mercadillo, nos quieren más cuando estamos con la regla, ¿qué otro ser en el mundo te quiere más cuando estás con la regla?. Y encima, no nos miran cuando estamos comiendo en plan “cuánto comes” como seguro que muchas de nosotras estamos acostumbradas a que nos miren las personas, solo nos miran para que compartamos un poco.  

Los perros son oro, plata, y bronce a la vez. Ya no es que te den compañía y bla bla bla… Es que nos dan mil vueltas a las personas.

 

Irene M. Alonso