LA ÉPOCA EN LA QUE VIVÍ DE MUEBLES QUE ENCONTRABA EN LA BASURA

Aquí una fan del reciclaje. 

Quién no se ha encontrado un mueble en la basura y ha pensado, ¿Cómo han podido tirar esto? A mi me pasaba constantemente. 

En la zona en la que vivo, hay varios contenedores en los que siempre aparece algo. Fijaos si era típico tirar muebles allí, que se acabó habilitando una zona concreta para restos voluminosos y cada fin de semana acababa llena. 

Siempre que yo veía algo que pudiera aprovechar, lo cogía y para casa. La mayoría de cosas solo necesitaba una buena limpieza, un lijado, imprimar y pintar. A mi me encantaba hacerlo y les daba una segunda vida bien bonita. 

Algunos necesitaban una reparación y entonces me ponía creativa con mi pareja. Él era más manitas para esas cosas y siempre me daba soluciones, que si una bisagra por allí, que si un tornillo por allá, y ale, mueble listo para lijar y pintar. 

Si por mi fuera, me los habría quedado todos, pero nuestro piso es pequeño y llegó un punto que ya no cabía nada más, incluso tuvimos que deshacernos de un par de estanterías tipo “Kallax” porque se comían mucho el espacio. Fue ahí cuando me di cuenta del negocio. 

Las puse en Wallapop, por un precio bastante razonable, teniendo en cuenta que estaban restauradas. Tenían molduras, patas de diseño, puertas improvisadas y colores poco típicos. Eran un poco más baratas que si las comprabas nuevas y pensé que, por eso mismo, tardarían un poco en venderse, pero me equivoqué. 

Al día siguiente ya tenía a varias personas interesadas y tuve que rechazar a algunas de ellas. Me llevé un buen pellizco y entonces pensé, que quizás se le podía sacar más partido. 

Nos abrimos un perfil especializado en muebles restaurados y empecé a subir las fotos del “antes” y el “después”, algún video del proceso y luego, el enlace a Wallapop. 

Cada semana teníamos muebles nuevos y, dedicándoles apenas un par de horas, conseguía un mueble totalmente diferente y listo para vender. Hubo que comprar más material, pero aun así valía mucho la pena. De hecho, valía tanto la pena, que vaciamos una de las habitaciones para tener un espacio en el que restaurar. 

Empezamos a recibir peticiones privadas, la gente nos traía sus muebles y nos pedía que se lo hiciéramos a su gusto. Ahí no sacábamos tanto beneficio, pero también nos servía para tener más fotos y videos. 

En el segundo mes, saqué 620€ vendiendo muebles de la basura y restaurando un par por petición privada. 

De verdad que la inversión era mínima y se recuperaba de sobras. Daba un poco de vértigo, porque dependía de que la gente tirase sus muebles a la basura. Si un mes no había nada, me quedaba con el culo al aire, pero de momento eso no estaba pasando. 

En casa vivíamos del sueldo de mi pareja, pero gracias a esto, empezó a entrar un dinero extra en casa, que nos vino perfecto para mejorar algunas cosas, como cambiar el calentador y poner una vitro nueva. 

Amplié el mercado y empecé a buscar muebles dentro de la aplicación. Muebles viejos, rotos o que la gente ofrecía gratis si los venías a buscar y vaciabas la casa. Conseguí muchos muebles y material para ir tirando. 

Le dediqué casi dos años a trabajar de esto. Viví, literalmente, de muebles que encontraba en la basura. Pero después tuve que dejarlo porque terminé mis estudios y entré a trabajar en un hospital.

Mi nuevo trabajo no me dejaba tiempo para dedicar a restaurar y, poco a poco, fui abandonando el proyecto. Acabé desmontando el taller de la habitación y reubicando los últimos muebles que tenía, para conseguir más espacio. 

Cuando miro las fotos, echo de menos el ratito que le dedicaba, pero es cierto que vivo más tranquila en cuanto a estabilidad con mi nuevo trabajo. 

Así que ya sabéis, si tenéis buena mano y en algún momento os falta dinero, podéis encontrar una buena oportunidad hasta en la basura.

 

Anónimo

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