¿Alguna vez has hecho la lista de la compra mentalmente mientras te comían el chichi? Tranquila, nos ha pasado a todas.
A veces, entre que lo buscan, lo encuentran, creen que está ahí pero no está, se desvían, vuelven, lo encuentran, lo hacen, paran, vuelven, etc. sientes que no merece la pena. En cambio, cuando tienes un BUEN oral… amiga, gloria bendita.
Para eso os traigo los números de la lotería sexual femenina, recordadlos bien: 42 y 68.
A todas nos gusta fantasear, pero en muchos casos, las fantasías quedan lejos de nuestra rutina. A mi me encanta el misionero, pero chica, cuando tengo una fantasía, escojo otra postura. Pues a eso voy: a llevar tus fantasías a la cama. Pero sin tanta parafernalia, que al final todos queremos lo mismo: placer y pragmatismo.
Como os decía, esta temporada los números premiados son el 42 y el 68. Estas dos posturas han desbancado al archiconocido 69.
Entre nosotras: yo no sé por qué todo el mundo hablaba del 69 como una fantasía, porque yo cuando me están haciendo oral lo que quiero es disfrutar, y con la boca llena no puedo.
Yo lo siento, pero esto es así. Le quita toda la magia, y cuando quiero avisar de que me voy a correr, al final sale un: “fe foi a cogher”, entonces el tío para para preguntarte: “¿qué?” y abur. Eso de que los dos se corren a la vez y saltan chispas, a mí todavía no me ha pasado.
Pero si le restamos uno al 69, nos queda la postura 68 y uno de los miembros como único receptor de placer. Os explico en qué consiste esta maravilla: tu pareja se tumba boca arriba, tú te tumbas boca arriba encima de ella, pero en sentido inverso, de manera que tu cabeza queda en el hueco de sus piernas y su cabeza queda inserta dentro del hueco de tus piernas, en el punto exacto. Vamos, que le plantes el asunto delante de las narices, literalmente. Tal que así:
De esta manera, tu pareja tiene pleno acceso a ti y creedme, merece la pena. Es mucho más cómoda que el 69 porque te permite estar tumbada y dedicarte a DISFRUTAR.
Otra gran amiga es la número 42. En esa postura también hay alguien que da y alguien que recibe. Así que hay que turnarse, amigas. Esta postura es de modalidad sentada: tú te sientas en el borde de la cama o de la silla o donde quieras con la espalda inclinada, mientras tu pareja está arrodillada y lista para darte placer. Es mucho más placentera de lo que parece y tiene el plus de que tu pareja y tú podéis intercambiar miradas, que siempre da mucho morbo.
