Es mi ex suegro. Así que técnicamente no hay conflicto de intereses. La cuestión es que si fuera el típico hombre de 45 años gordo, calvo y feo, pues no habría problema porque no me hubiera fijado en él. Pero el cabrón parece salido de una jodida portada del Sports Ilustrated o de un catálogo de Calvin Klein. Es un DILF con todas las malditas letras, cómo dice mi mejor amiga. Para que quede claro, cuando me lo presentó mi ex novio él llevaba divorciado prácticamente desde que mi ex era un crío. Y nunca me fijé en él a pesar de que estaba bueno, porque el factor suegro buenorro no me ponía. Y además si estoy con alguien estoy con alguien.

Pero fue dejarlo con mi ex, y la cosa cambió.

Siempre me llevé bien con él, durante el los 3 años que estuve con mi ex novio a veces hablábamos por whatsapp. Para ver si íbamos a comer a su casa (si su hijo no respondía), para preguntarme que podía regalarle a su hijo para Navidad. Felicitarme por mi cumpleaños y mierdas así. A veces me mandaba memes, o hablábamos de alguna otra tontería. Cuando lo dejé con mi ex (porque me puso los cuernos) fue mi ex suegro el que se disculpó por su hijo. Después de eso empezó a preguntarme como estaba. Que hacía, o si necesitaba algo.

Incluso quedamos un par de veces a tomar un café. No vi nada raro, la verdad. Ni insinuaciones ni hostias… Hasta que me pidió que fuera a su casa porque tenía cosas mías de cuando nos quedábamos ahí a dormir.

No es como si nunca hubiera estado con él sola en su casa. Pero no de aquella manera. Y de repente una mirada, una risa, el típico comentario de hoy te veo más guapa. Y cuando me quise dar cuenta le estaba siguiendo el rollo.

No es como si estuviéramos haciendo nada malo. Somos adultos y todas esas cosas legales y morales, pero se me hace raro. Raro hasta cierto punto, porque reconozco que me está gustando mucho que me tire la caña. Está bueno, es muy buen tipo, y reconozco que la forma en que me presta atención me gusta.

Suele preguntarme qué tal el día, mandarme reseñas de libros que me gustan, o mandarme sugerencias de restaurantes nuevos o sitios a los que sabe que me gustaría ir. Incluso se ofreció a recogerme del trabajo un par de días porque mi coche se había jodido. Cuando le pregunto qué hace o que tal está suele mandarme fotos, normalmente son inocentes, pero el otro día cuando le pregunté; me dijo que me mandaba la foto luego, que no estaba visible. Pensé que bromeaba, porque suele hacer ese tipo de cosas así que le insistí (bastante a decir verdad) y me mandó una foto de él con la toalla del baño puesta.

Allá que se fueron mis bragas. ¿Es legal que semejante hombre esté así de bueno? Casi babeo, os lo juro.

Encima es todo lo contrario de su hijo, que ya sé que las comparaciones son odiosas pero… Es dentista, deportista, muy divertido y amable y por si no tuviera ningún fallo, encima el cabrón cocina que te mueres y colecciona motos clásicas y es fan de las películas gore. Si ignoramos porque nos conocimos, en realidad es mi tipo de hombre.

Cuanto más pasa el tiempo más me doy cuenta de que creo que me he equivoqué de generación al salir con el hijo.

No sé, quizás no me importe seguir tonteando un poco más y lo que se tercie.

¿Vosotras no lo haríais?

Anónimo

 

Envía tus movidas a [email protected]